Era el día esperado, el día de la procesión de la Patrona, Nuestra Señora de África, que es a quien, en definitiva, se dedican estas fiestas patronales. El trabajo de la Cofradía es digno de ser resaltado, un trabajo que supone el empeño, cariño y devoción de todos los que durante el año cuidan de la Madre.
Nuestra Alcaldesa Perpetua, la Patrona de todos los ceutíes sin excepción, procesionó por distintos puntos de la ciudad, llevándose los gritos de “guapa, guapa”, los “vivas” así como el ofrecimiento de lluvias de pétalos en esos gestos preciosos marcados por el fervor de todo un pueblo entregado.
La Virgen de África es, sin duda, la protagonista de estas fiestas y eso nunca debe olvidarse. Parece que en ocasiones se desvirtúa el origen de estas celebraciones, lo verdaderamente importante. La Feria es casetas, alegría, diversión, atracciones, pero también es Patrona.
A la maravillosa ofrenda de flores que tuvo lugar el pasado domingo se sumó esta magnífica procesión que cautivó a todo un pueblo que quiso salir a la calle a arropar a su Virgen, a Nuestra Señora de África, a la que con su manto protege a todos y causa devoción infinita.
Ceuta puede estar orgullosa de estas fiestas en las que ha primado el saber estar, la convivencia y esa participación colectiva. Todo ello sin olvidar por qué se hacen estas fiestas y en honor a quién.