Nos cuenta la delegada del Gobierno que la decisión de no aceptar más inmigrantes en el CETI ha sido una medida "puntual y transitoria". También "necesaria" para poner orden y preparar las salidas. Esa es la versión del Gobierno de España. Y como aquí, de momento, somos libres para opinar mi impresión es que se ha metido la pata hasta el fondo y más que medida “necesaria” ha sido una gran cagada indigna de un Gobierno socialista.
Mira que al PP le gustaba hacer sus cosas feas como sedar a los inmigrantes con haloperidol para expulsarlos o mandar a los del servicio de información de la Guardia Civil a esperar a la puerta de la iglesia para detener a los que habían saltado la valla. Los cristianitos populares hacían esas cosas feas y luego iban a misa y salían en procesiones.
El PSOE, que va de defensor de derechos, lo ha hecho más elegante pero igual de indecente, cerrando las puertas de un centro que se creó para recoger temporalmente al que llega saltando la valla o bordeando el espigón.
Los clasistas del puño y la rosa decidieron durante más de 24 horas (ojo que los últimos marroquíes que dormían fuera entraron en la mañana de ayer) cerrar las puertas porque, nos cuentan, tenían que organizar salidas. Dicen que si en otras épocas, con más inmigrantes en el CETI, no se hizo… pues es porque ahora hay otros que mandan.
No nos pueden tomar el pelo de esta manera. Es que llamarnos bobos a la cara a esta altura… como que no debería ser soportado. Pero lo han hecho.
La dejadez ha provocado una auténtica bola en el centro con residentes sin entrevista de asilo y bloqueados; la dejadez también ha llevado a peleas y enfrentamientos por no saber mantener adecuadamente el orden en el centro. Y la más absoluta falta de vergüenza política ha derivado en el cierre del centro (si no llega a ser denunciado públicamente les aseguro que hoy seguía cerrado) bajo falsas excusas en un auténtico atropello contra los derechos humanos.
Cuando alguien mete la pata lo mejor es decir la verdad, porque cuando se cuentan estas milongas se hace el ridículo.
Y eso, en una institución que debe respetarse es malo. La Delegación del Gobierno ha contado lo que le han dicho que cuente y no ha podido ser peor.
Estoy de acuerdo con usted, una falta de sensibilidad por parte del gobierno, nos guste o no, y una metedura de pata. Afortunadamente, el cambio de actitud se ha hecho más pronto gracias a la prensa. Una prensa libre y sin falsedades es esencial para un país. Gracias