En pleno verano, cuando se alcanzan los mayores índices de radiación solar, desde el Colegio de Farmacéuticos de Ceuta se ha insistido en la necesidad de adoptar una serie de precauciones en caso de que se estén utilizando medicamentos fotosenbilizantes, que puedan evitar efectos nocivos sobre la piel.
En primer lugar, desde la entidad se indica que hay que hay que distinguir entre los fotosensibles, que son los que deben protegerse de la luz para evitar su deterioro, de los que pueden producir fotosensibilidad y que combinados con radiaciones ultravioletas pueden provocar reacciones cutáneas de dos tipos.
El primer tipo son las fototóxicas, que son las más frecuentes y se producen en personas que usan altas dosis de un fármaco fotosensibilizante y aparece inmediatamente tras la exposición solar.
Son lesiones que sugieren una quemadura solar exagerada, con sensación de ardor y formación de ampollas o urticaria. Su alcance varía en cada persona, de las diferencias en la absorción y metabolismo, el tipo de piel y su grosor, entre otros factores.
Por otra parte, existen también las fotoalérgicas, que son más raras y se deben a medicamentos tópicos (pomadas, geles, etc.). Su origen es una reacción fotoquímica al absorberse la radiación solar.
Estas aparecen en personas con predisposición por activación del sistema inmune. Se manifiestan tras varias horas de la exposición al sol (12-72 horas) en forma de dermatitis de contacto, con erupción tipo eccema, hinchazón y picor, pudiendo extenderse más allá de la zona de piel expuesta al sol.
Lista de fármacos
La lista de fármacos fotosensibilizantes es larga, pero por su frecuencia de uso se pueden destacar los siguientes:
- Antidepresivos: fluoxetina o amitriptilina
- Antiinflamatorios no esteroideos: el ibuprofeno o diclofenaco, entre ellos
- Antihistamínicos: ebastina, loratadina o cetirizina. De especial riesgo es el uso de antihistamínicos tópicos como la difenhidramina, usada para picaduras de mosquitos
- Antihipertensivos: enalapril, losartán
- Antipsicóticos: olanzapina, aripiprazol
- Retinoides: isotretinoína o ácido retinoico
- Hipolipemiantes: las estatinas
- Diuréticos: furosemida, hidroclorotiazida
Recomendaciones
Existe una serie de recomendaciones básicas en caso de estar usando algún medicamento fotosensibilizante, entre las que se encuentran:
Utilizar siempre protector solar en cantidad suficiente y con factor elevado, y renovando su aplicación cada 2 horas y después de cada baño. Recordar que también hay que protegerse del sol en invierno, no solo en verano. Los pacientes con fototipos bajos deben extremar las precauciones.
Evitar exponerse al sol en las horas centrales del día o en los días con índice ultravioleta más alto. Y, en caso de exposición, protegerse adecuadamente. Proteger, sobre todo, zonas sensibles de la piel, como cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas, manos y empeines.
Consultar con el médico o farmacéutico los medicamentos agentes fotosensibilizantes capaces de inducir alergias o reacciones de fototoxicidad si se toma el sol mientras se utilizan.
Estar alerta ante el mínimo síntoma de quemadura solar desproporcionada, en cuyo caso puede ser necesario consultar al médico.
Además de estos fármacos, existen otros productos que pueden producir reacciones adversas, como productos cosméticos que contengan colorantes, perfumes, esencias de limón o lavanda, o compuestos como retinol o ácido glicólico. En esos casos, se aconseja su uso por la noche y aplicarse una alta protección solar por el día.
En lo que se refiere a los posibles efectos adversos que pueden producir los geles hidroalcohólicos, los expertos afirman que es poco probable que se produzcan quemaduras ya que el alcohol se evapora muy rápido, pero recomiendan que no se use en exposiciones prolongadas.