Eran las ocho y media de ayer sábado 8 de octubre cuando el paso de la talla del Cristo de la Humildad y Paciencia -hermandad de Las Penas- salió del templo de la Catedral con la música de fondo de la banda sevillana de la Cigarrera. Era el colofón a una serie de actos que se han venido celebrando en los últimos meses por el cincuenta aniversario de su llegada a nuestra ciudad de la talla del mismo.
Numeroso público se agolpó en los aledaños de la Catedral. Los amantes de la Semana Santa y algunos que lo son menos no se querían perder la oportunidad de ver al Cristo saliendo a las calles de nuestra ciudad un día diferente al Jueves Santo. Además en esta ocasión había otro aliciente añadido, la banda de música, dicen que una de las mejores que hay en el panorama de la Semana Santa. Y la verdad que ni el paso ni la banda defraudaron y desde el primer momento todos se pusieron las pilas para lograr que este día pase a la historia de la Semana Santa de nuestra ciudad, aunque no sea en las fechas de la llamada semana de pasión.
40 costaleros fueron los encargados de sacar el paso de la Catedral bajo la dirección de Rafael López García de Vinuesa, de su hijo y de Alberto Díaz, este último fue el encargado de golpear el martillo que anunciaba la primera levantá de la noche y seguro que este se emocionó como en otras ocasiones.
Tras bajar la rampa de la Catedral llegaba el turno de llegar al templo de la patrona y saludarla. Tras este acto que también fue muy seguida, el paso comenzó su camino hacía la parte céntrica de la ciudad. Gran Vía, Constitución, Revellín, Solis, Fernández, Calle Mendoza, García Besada, Calle Real, etc. Si todo se desarrolló con normalidad el Cristo tenía previsto su llegada a su templo de San Francisco, parte trasera, sobre las dos y media de la madrugada.
Un día grande para la hermandad de Las Penas, que seguro no se olvidarán en mucho tiempo de este acontecimiento, en el que la banda de música de la Cigarrera puso la guinda.
“Estoy muy nervioso, como si fuese la primera vez que salgo”
En el pregón realizado hace algo más de una semana Rafael López García de Vinuesa confirmaba que prácticamente había crecido al lado del manto de la cofradía, pero para él ayer era un día especial. Monaguillo, nazareno, costalero, capataz y pregonero, Rafael prácticamente ha hecho de todo en la cofradía de Las Penas, pero ayer se mostraba muy nervioso minutos antes de comenzar la procesión. “Estoy sintiendo algo especial en estos minutos previos a la salida procesional. Parece que es la primera vez que voy a salir, pero seguro que según vayan pasando los minutos me iré tranquilizando”. Junto a él también estaba su hijo Rafael López Ampliato. Como dice su padre es un “fatiga de la Semana Santa, aunque no es la primera vez que sale a mi lado, ya lo hice el pasado año y creo que se ha ganado un puesto dentro de la cofradía”. Rafael volvió a dirigir con maestría junto a Alberto y otros compañeros el paso de las ‘Penas’.
La banda de la Cigarrera fue un gran espectáculo
Uno de los acontecimientos que se esperaban en la jornada de ayer era la participación de la llamada banda de música de la ‘Cigarrera’ en esta salida extraordinaria de Las Penas. Y no decepcionó desde el primer momento. Sobre las ocho y cuarto llegaba a la Catedral tras llegar tocando por toda la gran vía, entre otras, al son de un pasacalles del Camarón. El público recibió con un gran aplauso a los músicos. En total han llegado un total de 108 desde Sevilla y su provincia. Dicen que han cobrado 6.000 euros y para muchos merecía la pena verla actuar. Los músicos apenas cobran unos euros al final de año para pagar sus gastos durante el año.