De momento la Ciudad evita hacer declaraciones al respecto ya que espera que esos mismos líderes vecinales que han dado el no en la prensa, se sienten en torno a la mesa presidencial y hablen. “Nosotros no conocíamos esa postura, ni sabíamos que se habían cerrado en banda”, apuntan fuentes de la Ciudad Autónoma. Es más, según mantiene la institución, se informó oficialmente a los vecinos sobre esta idea de traslado de los MENA “y entonces no se nos presentó ninguna pega. Nos hicieron saber de algunas reivindicaciones históricas como que carecen de una pista deportiva o un local social en Vicedo Martínez, pero no nos dijeron nada en contra del uso del albergue”, afirman.
La Ciudad evita opinar sobre asuntos internos de las propias barriadas o sobre las posturas adoptadas por los vecinos que participaron de esta asamblea popular, pero sí deja claro que están dispuestos a sentarse con los líderes vecinales para explicarles el proyecto y para recibir sus impresiones y recoger sus problemas.
Aseguran además que es incierto que los vecinos no supieran nada del nuevo uso del albergue, ya que, mantienen, se les dio traslado de la idea después de la visita girada a Ceuta el pasado julio por la secretaria de Estado de Inmigración, Anna Terrón.
Quejas por la inseguridad y la falta de datos
Las protestas de los vecinos, que ayer volvieron a reunirse en Hadú, se centran en la falta de seguridad que, dicen, existe en las barriadas que se encuentran situadas en el entorno del futuro albergue. Reclaman más agentes y amenazan con colocar cámaras por su cuenta para grabar lo que, dicen, parece que no ven las fuerzas de seguridad. ¿Y eso qué es? Tráfico de drogas, robos, y mucha venta ambulante que provoca el consiguiente caos circulatorio “ya que los coches se meten por los callejones a comprar lo que se ofrece y provocan accidentes”, sentencia un vecino de Hadú. Los vecinos tampoco saben qué tipo de MENA hay hoy acogido en ‘La Esperanza’ y mantienen en su cabeza la imagen de los años noventa, con menores que no estaban integrados ni controlados por el área de Menores como sucede hoy día. La Ciudad asegura que se ofrece cualquier tipo de información y advierte que el cierre de la casa del Hacho no tiene marcha atrás puesto que hay orden expresa del Defensor del Pueblo sobre su mal estado.