En las inmediaciones del auditorio de la Manzana del Revellín, había niños jugando a la pelota, chicas tomando helado, abuelas charlando animadamente, adolescentes interesándose por el resultado del partido que disputaban Madrid y Rayo en el Bernabéu, eran todos retales en torno a una misma sensación e idéntica evidencia: el estado de paz, de calma, la bonanza del bienestar. “Todo eso produce sonrisas, ésa es la clave de la vida, el gran motor que hace girar el mundo”, contaba, Jaume Sanllorente, alma máter de la oenegé galardonada, a las puertas del auditorio, al filo de las nueve, poco antes de que diera comienzo la ceremonia de entrega del decimotercer ‘Premio Convivencia’.
En corrillos o por separados, iban llegando autoridades, civiles y militares, y personas públicas pero también ciudadanos de a pie, que engalanados con trajes de domingo, habían aceptado la invitación de la Ciudad de asistir a la gala, previa recogida de entrada en el Punto de Información Cultural, PIC, sito en gran Vía y que a tenor de lo visto en la noche de ayer, tuvo que estar muy concurrido en las horas previas.
Porque los ceutíes, hasta completar el aforo, llenaron el auditorio pero no sólo se trataba de eso sino también de alguna u otra manera cooperar con la oenegé reconocida, ‘Sonrisas de Bombay’, y de “sentirse conmovido con la causa de nuestra oenegé”, remarcaba Sanllorente, quién quiso ensalzar y agradecer “el excelente trato de los ceutíes y la ejemplar convivencia que he visto en el día y medio que llevo en la ciudad”.
Antes de entrar al recinto, aún tuvo Sanllorente tiempo de sentirse una estrella, aunque en el brillo de sus ojos se percibía la timidez propia de quien prefiere hablar enseñando su trabajo que con meras palabras: “Hijo, enhorabuena”, decía una señora, en efecto con aire maternal, quien a su espalda alargaba el brazo para encontrar el del hombre; “ésta es tu casa”, remarcaba otro vecino; “hemos percibido las buenas energías de este hombre”, le contaba al periodista una muchacha hindú que había almorzado, junto a la Comunidad Hindú, en Ceuta con el galardonado.
Cuando, uno a uno, los asistentes al acto iban accediendo al interior del auditorio, siguiendo las indicaciones de las chicas de la organización más que lo que las entradas remarcaban –número de fila y de butaca–, fuera quedaron los seis miembros que componían el dispositivo de Cruz Roja desplazados hasta el auditorio, que hasta el cierre de la edición, tuvieron una noche pacífica. Porque la sensación de bienestar fue tal dentro, ya con el espectáculo en marcha, que parecía imposible que el mal le ganara un ápice al marco de paz que se formó, máxime cuando se desató la música celestial del grupo ‘Bhakti’ que fue el encargado de abrir la gala.
Fueron cinco canciones en las que no sólo hubo música, extraordinaria desde luego, sino también una coreografía excelsa por obra y gracia de la bailarina y coreógrafa Mónica de la Fuente, cabeza visible de una actuación que ahondó en las raíces de la tradición hindú mediante la danza, la poesía, los buenos sentimientos, y la unión entre pueblos, que, no obstante y por un instante, pudo peligrar debido a los lloros que, desde la tribuna, profería un bebé, que seguramente y a su forma se quería unir a la encantadora ceremonia.
Después de la música y de las danzas dibujadas sobre la alfombra, la luz violeta, naranja o burdeos dejó paso a una tonalidad más rigurosa, acorde con la solemnidad de la recogida del premio. Momento pues para que Jaume Sanllorente recogiera un “honor inolvidable en nombre de ‘Sonrisas de Bombay’ y de todo el equipo humano que hace posible una gran labor”, honor que recibió por supuesto regalando sonrisas que cambian el mundo.
Jaume Sanllorente. “Es la primera vez que venía a Ceuta y desde luego puedo asegurar que no será la última porque desde el primer momento me he sentido como en mi casa, además he percibido algo que me ha emocionado, ques es la magnífica y ejemplar convivencia que hay entre pueblos y razas. También tengo que agradecer a la gente que me haya tratado tan bien, dedicándome buenas palabras, felicitándome y animándome con tantos elogios a seguir mi camino, un propósito basado en la ayuda al necesitado que podría tener a Ceuta como uno de los pilares en el futuro, como ya ocurre con otros puntos de la geografía española. En este sentido, puedo decir que ya he comenzado a tratar este punto con la Comunidad Hindú en Ceuta y con la Ciudad, que se ha mostrado dispuesta a ayudar”.
Juan Vivas
Presidente de la Ciudad
“Sabemos que cada año el ‘Premio Convivencia’ gana en prestigio y ésta es la consecuencia lógica de un trabajo que premia los valores de la solidaridad, que es un trabajo de años, que hay que empezar desde abajo, el amor por el prójimo, la dedicación plena a los sectores más necesitados de la sociedad, a niños enfermos, a personas en una situación límite, de ahí que no deje de aplaudir el excelente trabajo que desempeña la oenegé premiada, ‘Sonrisas de Bombay’, y apoyar desde Ceuta en la medida de lo posible las magníficas obras de caridad que son un ejemplo a nivel mundial”.
Mabel Deu
Consejera de Educación
La consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, quiso valorar “el esfuerzo que hemos hecho para que todos los ceutíes pudieran disfrutar de un acto tan emblemático en la ciudad y que cada año gana más prestigio, de ahí que hayamos querido realizar estos premios en un lugar con una capacidad notable donde todos podamos sonreir, abrazar y apoyar una buena causa”.
Jose Antonio Carrarcao
PSOE
El líder del PSOE ceutí acudió a la ceremonia “algo decepcionado porque si bien la oenegé galardonada es muy merecedora del honor que recibe, considero que hay empresas de Ceuta que también han hecho méritos sobrados para alcanzar un éxito de estas dimensiones”. que t
Ramesh Ganshandans Chandiramani
Presidente de la Comunidad Hindú de Ceuta
“Tengo que reconocer que la edición de este año del ‘Premio Convivencia’ es muy especial, porque se trata de homenajear una causa que me toca el corazón, ya que se trata de una oenegé que desempeña una labor excelsa sólo con vistas de ayudar a los pobres, que, por desgracia, son muchos en Bombay y en el resto del país, de ahí que no desfallecimos en el esfuerzo de que Ceuta pudiera unirse a la lucha solidaria, y lo cierto es que tenemos que hacer hincapié en el magnífico compromiso de la Ciudad”. Asimismo, el presidente de la Comunidad Hindú quiso ensalzar la figura de Sanllorente, que calificó como “de todo corazón”.