La trágica muerte en la madrugada del pasado domingo de los hermanos Draoui, Abdelaziz y Moujib-Rahmane, en el Muelle de España tras caer el vehículo en el que viajaban al agua, abre el debate sobre la seguridad en el puerto. Sobre si es suficiente o por el contrario carece de fuertes medidas en pos de preservar la actuaciones de los trabajadores, de los viandantes y, en definitiva, de toda aquella persona que esté en el interior de la zona controlada por la Autoridad Portuaria.
“Es evidente que en el día del accidente, las medidas de seguridad no fueron suficientes”, reconoce Cesar López, director del Puerto de Ceuta, “razón por la cual debemos seguir mejorando en el permanente trabajo que realizamos, porque aunque haya gente que, con todo su derecho, pueda opinar que no es así, yo aseguro que trabajamos duro para preservar la seguridad de miles de personas, de barcos, de coches que pasan todos los días por las dependencias del Puerto”.
El director divide la metodología de seguridad que se aplica en el Puerto en dos puntos: “El primero en la protección hacia hechos ilícitos que se cometan en el recinto portuario, como pueden ser robos, quema de vehículos, etc, y el segundo serían aquellos riesgos laborales derivados de la normal explotación del Puerto, como una caída de un trabajador, una pérdida de carga de un buque, entre otras”.
Para ello, el director enumera algunos de los dispositivos que velan por el Puerto: “Tenemos a sesenta policías portuarios que, durante todo el día, se dividen en patrullas y en sus puestos y que además están en permanente contacto con las Fuerzas de Seguridad del Estado, y a lo largo y ancho del Puerto tenemos cien cámaras operativas las veinticuatro horas del día, número que cada año se incrementa, de hecho comenzamos con diez cámaras en 1997, lo que quiere decir que cada año evolucionamos”.
Asimismo López hace un aparte para aclarar que “a raíz de anteriores accidentes, pusimos los poyetes amarillos como medida de prevención en los cantiles, con toda la buena intención del mundo y pensando que ésa era la solución, pero al comprobarse que ha fallado, tenemos la obligación, y en ello estamos, de seguir mejorando el Puerto aunque los ciudadanos deben comprender que ninguna medida asegura el cien por cien de seguridad pero tenemos que acercarnos al máximo a ese porcentaje”.
En este sentido, López también se refirió a “que los ciudadanos han dado muestras sobradas de que están contentos de que el Puerto de Ceuta sea la entrada a la ciudad y que, por ejemplo, la Plaza África esté desde que te bajas del barco a cinco o diez minutos a pie, y esta ventaja también tiene que ser una de las consideraciones en nuestros estudios de mejora porque tapiar todo el puerto, algo que separaría la ciudad del Puerto, como ocurre en otras ciudades, tal vez no sea una buena solución”.
A colación de las palabras del director, viajamos para atracar en los Puertos más cercanos. Así, todo aquel que viaje hasta Málaga observará nada más entrar y en cada una de las puertas un cartel donde están colocadas una serie de advertencias entre las que se encuentran las siguientes: “Se deberá extremar la precaución al acercarse al cantil del puerto, ya que existe riesgo de caída al mar; prohibición de aparcar en zonas no autorizadas; en caso de emergencia; se atenderá de manera obligada las indicaciones dadas por el personal de ésta Autoridad Portuaria; siempre se deberán seguir las instrucciones de los Responsables de las operaciones”.
De Málaga a Algeciras: en el puerto de la ciudad vecina, se inauguró hace pocos meses, en mayo, el ‘Paseo Marítimo de Ribera’ que tiene tres accesos y unas características que, a tenor de lo visto, se asemejan a las que ya había en Ceuta puesto que a lo largo del cantil de dicho paseo, al que se accede desde tres calles populares y una plaza emblemática, se ubica una zona de juegos para niños y una de gimnasia para mayores de dieciséis años. No obstante, el puerto algecireño hace especial hincapié en una prohibición, a la que tendrán que ceñirse moteros, pescadores y bañistas puesto que “está terminantemente prohibido circular en moto, pescar y bañarse en aguas portuarias”.
Por su parte, el puerto de Melilla, hace hincapié en la seguridad durante todo el día; el de Puerto Banús deja abierta una dársena en la que nada impidiría una caída directa al agua, al igual que en Fuerteventura, que no así en Canarias donde una valla cerca todo el puerto.
Llegado este punto del texto, el lector sacará conclusiones de si el Puerto de Ceuta es seguro o no; de momento hay alguien que ya da su punto de vista, César López: “No tiene nada que envidiar a ningún puerto cercano en cuanto a seguridad”.