Cuando se trata de la Agrupación Deportiva Ceuta no hay excusas que valgan, ni la distancia, ni estar lejos de casa para ver al equipo del que has sido de pequeño de toda la vida. Esto le ocurre a Antonio Bravo, caballa de nacimiento y afincado en Cataluña desde más de 20 años.
Bravo regente un bar en Mollerusa, un pueblo de Lleida, el cual lo decora con banderas y bufandas de la AD Ceuta para sentirse más cerca de casa.
“Desde que tenía uso de razón, cuando mi padre me llevaba al Alfonso Murube llevo sintiendo al Ceuta”, afirma rotundo Bravo.
El bueno de Antonio lleva ochos años en el mundo de la hostelería y ahora en el Bar Centric ha encontrado su hueco. Un caballa lejos de su ciudad pero que este domingo animará a la AD Ceuta contra el Nàstic de Tarragona en el ‘Nou Estadi’.
“Mi pasión es el Ceuta, y al estar más lejos todavía más”, recalca el dueño del ‘Centric’ en Mollerusa. Antonio vivía enfrente del ‘Alfonso Murube’, concretamente en el Polígono Virgen de África: “Siempre veía entrenar al Ceuta, iba al campo con mi abono y también hicimos una peña cuando era joven”, recuerda.
Este domingo a las 19:45 horas, el Ceuta buscará hacer la machada y remontar el 2-2 de la ida en el ‘Alfonso Murube’. Un partido al que acudirá Antonio con sus dos yernos, su hijo y su cuñado: “De ninguna manera me iba a perder este partido, ya que al estar cerca decidimos ir a verlo”, explicó Antonio. Una distancia asequible ya que entre Mollerusa y Tarragona hay alrededor de 90 kilómetros.
La pasión por el Ceuta no la vive solo Antonio ya que tiene a su familia allí que “todos somos de Ceuta”.
Cuando juega el Ceuta, el dueño del ‘Centric’ lo pone en el bar para que los que pasen por allí lo vean y sientan como vive una persona el amor hacia su equipo tras estar lejos de su tierra.
El sentimiento,añoranza y recuerdos de un caballa es querer a su tierra, no son todos iguales, algunos huyen jubilados de su tierra natal por la invasión y el desmadre político que se está produciendo.