El odio al otro echa raíces en cualquier lado. Frente a él la asociación Cardijn desarrolla desde hace cuatro años un proyecto de sensibilización llamado 'Conocer la realidad migratoria para frenar y combatir el racismo, la xenofobia y la intolerancia' con distintos talleres en centros educativos, asociaciones y otras entidades de Ceuta.
La iniciativa está respaldada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y cosufragada por el Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI), el instrumento financiero de la Unión Europea para la cofinanciación de aquellos proyectos que promueven la eficacia de la gestión de los flujos migratorios y el desarrollo de la política común en materia de asilo y de inmigración.
“Consiste”, explican desde Cardijn, “en una apuesta por acercar la realidad de las migraciones a los jóvenes y adolescentes de la ciudad autónoma de Ceuta con el fin de crear una conciencia de acogida e inclusión, tratando de romper barreras, prejuicios, desinformaciones y desmontar rumores sobre las personas migrantes”.
Para su implementación se llevan a cabo acciones desde diferentes perspectivas, desde talleres de sensibilización para adolescentes y jóvenes en centros educativos, asociaciones y entidades hasta la elaboración y presentación de Informes sobre la visión de las migraciones en la adolescencia y juventud pasando por el acompañamiento y asesoramiento a docentes, educadores y otros profesionales y voluntarios.
También contempla acciones de concienciación en el mundo digital (redes sociales y blog de recursos) y la elaboración y facilitación de recursos didácticos de apoyo.
Cardijn trabaja con el alumnado de Secundaria y Bachillerato con, por un lado, trabajos educativos de sensibilización “con el fin de que el estudiantado pueda conocer la realidad migratoria para frenar y combatir el racismo, la xenofobia y la intolerancia”.
La propuesta parte de la visualización de un videoclip mientras se escucha una canción sobre la realidad de las personas migrantes. A partir de ahí se inicia un debate “profundizando con contenidos relacionados con el proceso migratorio” y se invita a los jóvenes a formular preguntas. A continuación seis jóvenes inmigrantes se presentan en otro vídeo e invitan a seguir planteando inquietudes.
En función de las dudas que surgen en cada grupo se ponen vídeos en los que esos inmigrantes aportan respuestas e “invitan a interiorizar lo escuchado”. Además, a los participantes se les anima a recoger en “tres o cuatro líneas” de texto “qué les aporta la experiencia” de forma anónima.
Por otro lado se plantean, tal y como detalla la educadora social Nayat Abdeselam, iniciativas para discutir sobre por qué creen los jóvenes caballas que las personas migran con una invitación a participar en un concurso en Instagram sobre mensajes positivos de inclusión hacia los inmigrantes.
La iniciativa plantea una tercera línea de intervención y reflexión sobre los menores extranjeros no acompañados y “quiénes son” con el objetivo de “dialogar sobre qué tipo de información nos llega sobre ellos”. Para conseguirlo se plantea a los grupos una dinámica de grupo de discusión en la que los participantes van leyendo las preguntas y las respuestas que los niños y niñas dan para establecer un debate sobre lo qué les llama la atención, les sorprende, les preocupa...