Un hito se esconde tras la cuadrilla de costaleras del Santo Entierro de Ceuta. Las mujeres que a día de hoy llevan a Nuestro Señor Jesucristo son el legado de las que las antecedieron desde el año 1998. Aquel 1 de abril, quizá sin ser conscientes del todo, hicieron historia y el grupo se convirtió en uno de los primeros a nivel nacional exclusivamente femenino.
Uno de sus impulsores fue Valentín Cabillas, una personalidad muy vinculada a la Semana Santa de Ceuta. Después de prescindir de las ruedas que llevaban los dos pasos, la Junta de Gobierno comenzó a formar a la primera cuadrilla de hombres para el palio. Cuatro años después, se conformó otra exclusivamente por costaleras para procesionar bajo el paso del titular cristífero.
A día de hoy su legado sigue y el paso de Nuestro Señor Jesucristo es el único en la ciudad caballa que tiene una cuadrilla compuesta solo por mujeres. Luis Sainz, capataz de la Hermandad, cuenta los detalles de esta historia. “Fue un hito tanto a nivel nacional como local porque estamos hablando de los años 80 y la mujer todavía dentro de las cofradías no era algo muy habitual”, comenta. Personalmente, desconoce los motivos por los que la Junta de Gobierno de aquella época decidió incorporar a la cofradía la figura de la costalera.
Un total de 42 mujeres saldrán en procesión bajo sus trabajaderas este Viernes Santo. Alrededor de quince procesionan por primera vez, algunas de ellas con dieciséis años recién cumplidos. “Han pasado numerosas Juntas de Gobierno y siempre se ha mantenido este legado. Hasta la fecha va a seguir así. No hay ningún tipo de cambio a cuadrillas mixtas. Una hermandad siempre es un legado. Hay que cuidarlo y respetarlo”, apostilla Sainz. “No es un recorrido muy largo. Se lleva haciendo unos años. Son entre dos y tres horas en la calle. No se necesita un gran número de costaleras”, explica.
Asimismo, el capataz remarca la importancia de vigilar el bienestar de estas mujeres. “También hay que pensar con la cabeza. No se puede sacar a una costalera con el cuello frío a los 20 minutos de estar en la calle porque aún esa zona no ha cogido calor. Se pueden producir lesiones. Hay que mirar mucho por la salud de la cuadrilla. Tiene que estar perfectamente disponible para cuando se necesite”, recalca.
Los rostros de la cuadrilla
Joa Nuñez es una de las más veteranas. Es parte de la cuadrilla desde hace 18 años. Cada vez que inicia el itinerario bajo las trabajaderas, los nervios son protagonistas. “Es una experiencia muy bonita. Solo se puede saber estando dentro. No se puede explicar a nadie de otra forma”, expresa Nuñez. “Al que le gusta la Semana Santa y la vive desde el momento cero en el que sale el paso. Cuando se sale de él, ya se quiere comenzar al día siguiente otra vez”, señala.
"Llevo muchos años aquí y he pasado por esa experiencia de llover y tener que recoger los pasos"
Este año la acompañan otros familiares dentro del cortejo, en concreto sus sobrinos, que saldrán en la procesión de acólitos. Si las inclemencias del tiempo lo permiten, saldrán a realizar la Estación de penitencia. “Me preocupa. Llevo tres semanas así. Llevo muchos años aquí y he pasado por esa experiencia de llover y tener que recoger los pasos”, explica la costalera. “Los nervios te consumen, pero nosotras sabemos que el clima no nos está haciendo una buena jugada”, detalla.
Irene Fernández cumple una década como costalera del paso. No esconde la satisfacción y devoción que supone para ella llevar al Cristo yacente. “Siempre digo que es una experiencia que hay que vivirla para saber lo que se siente realmente. Es muy satisfactorio saber que en algún momento de tu vida eres los pies del Cristo”, expresa la joven.
Comenzó a los 16 años de edad tras pedirle autorización a su madre. Siempre se ha considerado cofrade y, tras conocer a otras chicas que salían de costalera, empezó a interesarse. Fernández anima a las ceutíes a sumarse a la cuadrilla. “Siempre es bueno que nos conozcan y que sepan el trabajo que hacemos. Si se animan, que se vengan con nosotras el año que viene”, señala.
Debajo de las trabajaderas del Santo Entierro se esconden también historias de vida. Es el caso de Noelia y Alba Martín, hermanas gemelas que se unieron a las costaleras de la cofradía el año pasado. A través de una amiga, tomaron esta iniciativa juntas. Son de la Línea de la Concepción y viven de cerca la Semana de Pasión desde que son pequeñas.
"Todo lo hacemos juntas. Gracias a Dios, es lo que nuestra madre nos ha inculcado. Todo siempre lo hemos hecho de la mano"
“Estamos muy acostumbradas. Todo lo hacemos juntas. Gracias a Dios, es lo que nuestra madre nos ha inculcado. Todo siempre lo hemos hecho de la mano”, expresa Alba. “Este año estoy delante de ella y, quiera que no, se nota que tienes ahí un aliente y más si es alguien de tu familia, aunque aquí se ha creado una unión tremenda”, comenta. Ya tienen “ganas de mañana”, aunque la preocupación por el parte meteorológico es evidente en la cuadrilla. “Ayer el tiempo permitió que salieran los pasos, hoy esperemos que igual y mañana nos toca a nosotras”, señala.
La costalera también resalta la importancia de mirar más allá de “la foto” en redes sociales y destaca que procesionar bajo las trabajaderas también tiene sus dificultades. “El año pasado fue mi primer año. Fue muy bonito, pero fue un poco duro. No es un paseo de rosas. Todos piensan que ser costalera es solo una foto o llevar un costal, peor tienes que ponerte debajo y cargar los kilos correspondientes porque de no hacerlo, una compañera finalmente sufre el peso que no se levanta”, expresa.
"No considero que simplemente seamos una hermandad o una cofradía. Somos una familia unida por una misma pasión"
No solo aguardan en el paso lazos de sangre. El espíritu de hermandad de la cuadrilla trasciende los vínculos familiares, tal y como relata Fernández. “Realmente se forma una familia. Se viven muchos momentos en los ensayos y en las preparatorias. No considero que simplemente seamos una hermandad o una cofradía. Somos una familia unida por una misma pasión”, reflexiona.
Esta Semana Santa la cuadrilla de costaleras tejerá un año más en su historia si las inclemencias meteorológicas no lo impiden.
Novedades
La Hermandad del Santo Entierro cuenta con una serie de novedades de cara a su Estación de penitencia el Viernes Santo. Este año darán a conocer en las calles un incienso propio creado específicamente para la virgen de la Soledad y una nueva cubierta externa en el palio con el escudo de la Hermandad bordado.
A ello se suma un pequeño gesto en homenaje a las recientes muertes de agentes de la Guardia Civil. “Estos detalles se han dado a través de otro miembro de la Junta, que ha donado la medalla al mérito de la Benemérita. También se ha colocado un crespón negro en el palio y en el paso del Cristo en recuerdo de los guardias civiles asesinados en Barbate y a los que fueron también lo fueron brutalmente en un control de carretera en Sevilla”.