Llevan años siendo apátridas, conforman ese grupo a cuyos integrantes se les prometió de todo, pero nada se cumplió. Como único documento disponen de un título de viaje que Marruecos no acepta. Fue la Delegación del Gobierno en Ceuta la que otorgaba aquellos papeles, la misma que mantuvo con Salvadora Mateos a la cabeza la última reunión con los afectados -quedan algo más de 300- sin que se haya dado una explicación del bloqueo en el que viven atrapados.
Ahora nadie les recibe, tampoco se les da soluciones a un problema enquistado que tiene que solucionar el Gobierno de España y cuyos trámites se llegaron a realizar en Ceuta. Aquella lucha quedó ahogada en el silencio, hoy vuelve a cobrar protagonismo porque los afectados quieren que se les escuche.
Aquel título de viaje permitía el tránsito entre ambos países sin tener pasaporte hasta que en 2019 Marruecos dejó de reconocerlo. Sus portadores son en muchos casos personas mayores que han vivido siempre en Ceuta y que incluso han nacido aquí. Solo tienen como documento ese título que ahora mismo es como no tener nada.
Padres considerados extranjeros, hijos españoles de origen
El portavoz del grupo cuestiona cómo puede ser que hijos de estas personas sean nacionales de origen pero que en cambio sus padres sigan considerados como extranjeros, bloqueados y por tanto sin poder moverse libremente de un lado a otro.
Como ejemplo, el de ese padre que iba a cruzar con sus hijos a Marruecos y estos pudieron pasar al tener su pasaporte mientras que él no porque su título no vale para nada.
Esta situación extendida en el tiempo ha llevado a graves injusticias al separar a familias que ya no pueden verse: unos en Ceuta, otros más allá de la frontera. Incluso dentro de la propia unidad familiar hay padres o abuelos no considerados españoles pero sus hijos sí.
Y a esta injusticia se suman los dramas de aquellos que teniendo familias enfermas no pueden cruzar, ni tampoco han podido acudir a entierros.
Ilusiones perdidas
Lo peor de todo es cuando se juega con las ilusiones. Parecía que la situación iba a resolverse cuando la que fuera delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, habló con ellos.
Desde coalición Caballas, el germen del actual Ceuta Ya!, se ayudó a cuantiosas personas que les pidieron ayuda. Con la humanidad por bandera se cursaron peticiones a Delegación para que se estudiara cada caso. Supuestamente se iba a hacer.
Cada una de estas personas acudió para exponer su situación, porque cada una encerraba su propia historia. Había quienes solo tenían título de viaje, otros una especie de tarjeta de residencia… Un año después nada se ha sabido.
¿Qué ocurrió con estas personas?, ¿en qué quedaron todos aquellos informes?, ¿en qué parte del proceso se decidió no continuar?
Los afectados quieren reunirse con la actual delegada del Gobierno, Cristina Pérez. No puede ser que los expedientes estén parados, que Madrid se lave las manos con estas personas atrapadas en un limbo, personas que no pueden cruzar a Marruecos, a las que tampoco se les considera españoles y que no pueden siquiera ver a sus familias.
Pues la verdad estamos en una situación muy mal tenemos hijos tenemos familia porque hay algunos que han hecho cosas malas y nosotros la estamos pagando y no podemos salir a ver a nuestra familia ni poder salir a Marruecos y esto es una cosa fuera de lo normal
Estás prácticas han sido llevada a cabo por parte del Estado español con una virulencia extrema, saltándose todos los procedimientos administrativos que exigían la concesión automática de la nacionalidad española a todos los musulmanes nacidos en Ceuta.
Los famosos salvoconductos y las tarjetas estadísticas fueron nuestras señas de identidad, en las que la Delegación del Gobierno, vulneró todos los derechos civiles de los ceutíes musulmanes, además de no poder circular libremente por el territorio nacional ( peninsular y extrapeninsular) y de no disponer de protección sanitaria y educativa, y de otros derechos, como a una vivienda digna, con ese afán de borrar nuestras señas de identidad con el Estado marroqui, en ese temor de que hubieran quintacolumnistas a favor de Marruecos durante esa época de reivindicación de las Plazas de Ceuta y Melilla antes de constituirse en Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
Éramos unos apátridas en nuestra propia tierra ( Ceuta o Melilla), como si fuéramos indios apaches rodeados por el Séptimo de Caballería.
Y ahora nos sale un tal Coronel para imponer a nuestros padres ( que en paz descansen) y al resto de viudas de Regulares ( que Allah les dé salud para este mes sagrado) el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Hay que recordar que fuimos los más "afortunados" en comparación con otras familias musulmanas sin vínculos castrenses, pero jamás olvidaremos el ostracismo que hemos sufrido todos los ceutíes de mi generación y de las generaciones anteriores (hermanos y vecinos) que lo han sufrido en sus propias carnes con las deportaciones a Marruecos ( a la frontera) como instrumento para echar a los ceutíes y melillenses de su propia tierra.
Hay faltas de ortografía en el texto por el uso rápido del teclado del móvil.
Por favor, ¡qué nadie me deporte a Marruecos!
Chokran y feliz finde con este maravilloso tiempo otoñal.