El enorme mérito de una miniproducción gigante como es ésta se multiplica, de ahí la grandeza del cine bien planteado y gestado, cuando revisamos el exiguo presupuesto, la precariedad de medios y las dificultades para su estreno en salas comerciales tras un arduo proceso de montaje. Esta película pequeñita de magnífico resultado es un estupendo ejemplo de cómo es posible que, con poco dinero, una buena historia, buenos intérpretes y una dirección con rumbo claro pueden destacarse como una de las mejores del año. Para gustos, los colores, y la que para un servidor ha sido la propuesta que más le ha gustado del 2023, posee 100 veces menos presupuesto que La sociedad de la nieve (sirva como ejemplo sin desmerecer a ésta última), y fue rechazada por tanto por las más poderosas plataformas como por algunos de los principales festivales de cine del mundo, Venecia y Sundance entre ellos; además tampoco fue del interés de ninguna de las distribuidoras en España, y es por ello que el apoyo de instituciones públicas como RTVE sacó el proyecto adelante, reforzando la teoría de que con un solo proyecto al año de este calibre que salga adelante con parte de dinero público y que sin él, habría quedado guardado en un cajón, bien empleado está. Su rodaje se hizo en poco más de dos semanas, entre Barcelona y Madrid, y transcurre prácticamente en un único espacio físico.
Sumando tal cúmulo de adversidades, mucho mérito tiene el aplauso generalizado que ha recaído sobre este thriller, de apenas hora y cuarto de duración, otro de los aciertos de la cinta, que la pareja de directores, guionistas, y lo que se tercie cuando ruedas tu ópera prima, centran su atención en Diego, un urbanista venezolano, y Elena, bailarina barcelonesa, que se mudan a Estados Unidos para empezar una nueva vida. A su llegada al aeropuerto internacional de Nueva York, deben pasar por la zona de inmigración y algo comienza a ir mal…
La tensión puede detectarse por el espectador en el ambiente gracias principalmente a unas interpretaciones más que eficaces por parte de la pareja protagonista, Bruna Cusí y Alberto Ammann, especialmente este último en lo mejor que ha hecho hasta ahora en toda su trayectoria profesional, que saben transmitir al público, que observa como si estuviese allí mismo, la sensación claustrofóbica bien dibujada por un escenario multilingüe, cerrado y tenso; estos elementos logran que deseemos conocer el desenlace durante todo el metraje, que no sólo es poco, sino que se hace menos aún por su frescura y agilidad narrativa en lenguaje del más puro thriller. Y, llegados a término, crean que cuesta ser sutil con lo explicado sin desvelar nada que pueda estropear sorpresas, el susodicho desenlace está a la altura del resto de la historia y no va a dejar indiferente a nadie.
Nominada recientemente a tres Premios Goya (mejor actor, guion original y dirección novel), esta pequeña joya brillante y minimalista que hace al respetable plantearse realidades como la de la migración por necesidad y cómo se trata a las personas en lugares como, en concreto Estados Unidos, y el debate abierto de la necesidad de abrir o cerrar puertas. Pero, sobre todas las cosas, se trata de una gran película, muy atractiva de ver y que deja poso. No dejen que la falta de publicidad les ofusque y no se la pierdan..
Puntuación: 8
corleonne76@yahoo.es
La ficha
Dirección: Alejandro Rojas, Juan Sebastián Vasquez.
Año: 2022.
País: España.
Duración: 72 minutos.
Género: Intriga. Drama. Thriller.
Intérpretes: Alberto Ammann, Bruna Cusí, Ben Temple, Laura Gómez, Nuris Blu, Gerard Oms.
Guion: Alejandro Rojas, Juan Sebastián Vasquez.
Fotografía: Juan Sebastián Vasquez.
Productora: Zabriskie Films, Basque Films, Sygnatia..
Estreno en España: 17/10/23.