Pensaba casi en voz alta ir a visitar a una persona muy querida por mi, y todos los vecinos, de una populosa barriada y tras muchas dudas, a pesar de vivir muy cerca de aquella residencia fui a visitarlo.
Cuando estuve en recepción y di el nombre, que popularmente lo llamábamos, tuve un pequeño incidente, ya que con el nombre solo no podían darme señas.
Pero de buenas a primeras, recordé un apellido que podía ser el de él. Era poco común y por eso creí que pudiera ser fundamental. Me informó que lo sentía muchísimo, pero ayer falleció y en la mañana de este día lo habían enterrado.
Nuevamente agaché la cabeza y me di media vuelta, confieso que estuve llorando.
Al verse en esas condiciones me preguntó la muchacha si quería ver sus pertenencias, ya que nadie las había reclamado y así podría quedar un poco más tranquilo. Con la cabeza y sin poder hablar le hice una indicación afirmativa
Me condujo hacia su habitación y allí solo vi un par de libros encima de una mesita junto a una silla. Los toqué esperando que me dijeran algo. Y uno de ellos lo abrí. La simpática persona me habló: “Si quieres te lo puedes llevar”.
Nuevamente se me hizo un nudo en la garganta y con la cabeza le dije que si. Salí de aquel lugar destrozado, con una culpa en mi corazón bastante grande, por no haber ido antes de visitar a ese pobre hombre que en varias ocasiones me había llamado, pero siempre cuando estaba en la Península, parecía como si me estuviera diciéndome: "ven quiero hablar contigo".
Al cabo de varios días cogí el libro y lo estuve leyendo y en su interior encontré unos versos:
La vida me escogió
Mis días me encontraron
Más dentro de mi
Solo veo recuerdos
Instantes de aquello
Que en unos segundos
Me hicieron diferente
Más con orgullo
Los fui teniendo
Hoy estoy esperando
A alguien que me saque
De mi rutina entre paredes
Pero pasan los instantes
Y aquí me veo solo
Con ganas de vivir
Sentirme un hombre
No una planta
Me hizo mucho en que pensar. Y más cuando me dijeron que aquel día había habido una lluvia de estrellas en el cielo y yo como siempre las había perdido por no estar atento a las noticias.