Fue uno de los golpes más sorprendentes de los llevados a cabo por la Guardia Civil en Ceuta enmarcado en la lucha contra el tráfico de drogas. Unas bombonas de oxígeno de uso industrial fueron la tapadera perfecta para esconder más de 400 kilos de hachís.
Aquello ocurrió en octubre de 2022 y es ahora cuando la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 ha condenado al colombiano W.T.C. a 2 años y medio de cárcel por ser cómplice de un delito contra la salud pública.
Las bombonas habían sido preparadas al detalle para esconder la narcótica sustancia. De las 25 que había en una batea que inmovilizó en el puerto la Guardia Civil, 14 fueron empleadas para ocultar los bloques de droga.
El acusado reconoció los hechos y aceptó una pena de 2 años y 6 meses de cárcel sin que proceda la suspensión de esa ejecución. La condena es adecuada al rol que ejerció, no de autor sino de cómplice.
Colaboración con la Agencia Tributaria
El decomiso de la droga fue fruto de la colaboración entre la Benemérita y la Agencia Tributaria con motivo de las inspecciones realizadas a las bateas que iban a ser embarcadas con destino a la Península.
Durante una inspección sospecharon que las botellas podían haber sido manipuladas. Al llevar a cabo un registro más exhaustivo procedieron a su apertura encontrando inicialmente 27 kilos de hachís.
Tras la apertura de todas las botellas esa cifra terminó siendo solo el apunte del gran lote de narcóticos encontrado, más de 400 kilos de hachís.
El acusado reconoció los hechos por lo que se alcanzó una conformidad entre las partes, evitándose así la celebración de la vista oral que se había señalado para este jueves con la citación de los distintos testigos.
El joven había sido conducido desde la prisión a la sala de lo Penal.