Los primeros en llegar fueron los 200 militares rusos de la tripulación de la fragata Ladny que atracó el viernes de la pasada semana. Luego, seis días más tarde, hizo su entrada en la ciudad el Oosterdam, el buque más grande de los que han atracado en el puerto de Ceuta a lo largo de toda su historia. En él viajaban 2.600 personas entre pasaje y tripulación. Y hoy tendrán oportunidad de desembarcar en nuestra ciudad los 1.800 viajeros que navegan en el crucero Thomson Spirit.
En total, en algo más de una semana, Ceuta ha recibido a unos 4.600 visitantes que han tenido ocasión de recorrer las calles de nuestra ciudad, adquirir diversos productos en sus establecimientos comerciales o realizar consumiciones en sus bares y restaurantes.
Ese es el resultado de las gestiones que vienen realizando los responsables de la Autoridad Portuaria a lo largo del tiempo y cuyos frutos son más que evidentes estos días. Ninguna otra institución pública o privada ha logrado hasta ahora traer a nuestra ciudad un número tan elevado de visitantes en tan corto periodo de tiempo. Son turistas que una vez que llegan a nuestra ciudad, se convierten en potenciales clientes. Y cuando se marchan, pueden irse convertidos en nuestros mejores ‘embajadores’ siempre que en Ceuta hayan recibido el trato que esperaban encontrar y durante su estancia se hayan cumplido sus expectativas.
Nuestra ciudad tiene una oportunidad de desarrollar el sector turístico con la llegada de cruceros, pero debe contribuir activamente para alcanzar ese fin. La labor que está llevando a cabo la Autoridad Portuaria es importante, pero no es suficiente por sí misma. Es un primer paso en un camino que también deben contribuir a recorrer los empresarios de nuestra ciudad y las distintas instituciones y organismos que tienen en sus manos hacer de Ceuta una ciudad más atractiva para el visitante. Hoy disponemos de otra oportunidad con la llegada del Thomson Spirit y las 1.800 personas que componen su pasaje entre turistas y tripulación.