Prácticamente nos encontramos en el ecuador de la celebración del “VI CENTENARIO DE LA CREACIÓN DE LA DIÓCESIS DE CEUTA”. Como anticipó nuestro Sr. Obispo, dicha celebración va acompañada de una serie de actos (recientemente una exposición), y en la que hay que significar la “PROCESIÓN MAGNA”, el próximo día 16 de Junio.
Pero vayamos a los pormenores de su creación, que en este caso particular, lo voy a desarrollar con el estudio de nuestros Obispos, a través de su historia. En relación con la Fundación de la Diócesis de Ceuta, ya en el siglo IV se ha documentado una comunidad cristiana, siendo prueba de ello la basílica paleocristiana de la Gran Vía.
De entonces a la invasión islámica su población pasa de manos de vándalos a godos y bizantinos, siempre bajo la Cruz; que caerá en el 709, dejando en su rendición una pequeña comunidad mozárabe.
Los siete siglos de dominación islámica serán variables en cuanto a la tolerancia de otras religiones. Sabemos que en el siglo XIII, con los almohades, hubo un arrabal cristiano con Iglesia y sacerdote, incluso antes del martirio de San Daniel y sus Compañeros Mártires en 1227.
También en esta centuria hubo un Obispo al menos, pero realmente la reconquista deja esperar hasta 1415 con la gesta de Juan I de Portugal con la conquista de nuestra ciudad. Vayamos a los hechos de su creación. Nada más ser conquistada Ceuta por Juan I de Portugal, se bendice la Mezquita como Iglesia parroquial y, delimitada la Diócesis se convierte en Catedral, nombrándose Obispo.
Como es conocido, la Diócesis de Ceuta fue creada mediante la bula Romanus Pontifex de 4–04 –1418, solo unos años después de que Portugal en 1415 conquistara Ceuta. Dependió de la Iglesia portuguesa hasta 1668, y de la española a partir de esta fecha hasta el momento presente.
Se le quiso dar tanta importancia que Ceuta fue declarada por la Santa Sede: “Única ciudad que confiesa la fe cristiana en África, tercera parte del mundo” y también: “Bastión de la cristiandad de Occidente en el Norte de África”; dependió directamente de Roma y por bula dada en 1444 su obispado fue elevado a la categoría de Primado de África. En 1421, es nombrado el primer Obispo de Ceuta, tras la conquista portuguesa, que recayó en Fray Aymaro de Aurillac (1421–1443). Fue religioso franciscano y confesor de la Reina Dª Felipa, esposa de Juan I de Portugal.
Obispo de Marruecos el 10 de Mayo de 1413. En 1421 lo traslada Eugenio IV a Ceuta. Este periodo de Obispos de Ceuta, finaliza con D. Jaime de Lancaster (1545–1569). Un total de 13 Obispos.
A comienzos del siglo XVI el Obispo Fray Henrique de Coimbra, famoso por se el sacerdote que dijo la primera Misa en Brasil –adquirió la villa de Olivenza– entonces, para fijar en ella su palacio, en el que vivieron sus sucesores hasta que en 1570 se unieron las Iglesias de Ceuta y Tánger en una sola mitra y sus titulares pasaron a vivir en Ceuta.
Felipe II al incorporar a su corona la de Portugal, no alteró para nada esta situación, pero cuando en 1640 los Braganza consiguieron la independencia lusa, Ceuta se mantuvo fiel a España, mientras que Tánger siguió al partido de Juan IV, lo que dio lugar a dividir en “dos” a la Diócesis. El primer Obispo de Ceuta y Tánger fue Fray Francisco Cuaresma (1570–1576).
Habiéndose en él juntado (9 Junio 1570), las dos Diócesis de Tánger y Ceuta, con el título de esta última, formó varios Estatutos para el mejor gobierno de su Iglesia. Era Franciscano.
Este periodo de Obispos de Ceuta y Tánger finaliza en la práctica con D. Gonzalo da Silva (1632–1645), ya que D. Juan de Palma (no tomó posesión) (1647) y D. Juan de Andrade (no tomó posesión) ( 1655). Un total nombrados de Obispos de 9, aunque en la práctica fueron 7.
La muerte del prelado D. Gonzalo da Silva en 1645 sin estar resuelto el conflicto, da lugar a una larga sede vacante que se resuelve tras el Tratado de Paz y Amistad de 1668, nombrando Obispo de Ceuta, a D. Antonio Medina Cachón Ponce de León (1675–1680), y que ofreceremos una reseña posteriormente del citado prelado, por su relevancia en Ceuta.
El último Obispo de este periodo corresponde a D. Juan José Sánchez Barragán y Vera (1830– 1846), Fue Canónigo doctoral de la Primada de Toledo; tomó posesión de esta mitra de Ceuta el 8 de Octubre de 1830.
En su pontificado dio varias disposiciones de buen gobierno, mereciendo el honroso dictado de “Padre de los pobres” por su grande caridad para con ellos y su constante afán de socorrerlos. Falleció el 14 de Agosto de 1846.
Este segundo periodo con Obispos de Ceuta, corresponde a un total de 27, pero D. José Solvada (no tomó posesión) (1709). Hubo tres periodos vacantes: (1709–1714), (1811–1814) y (1874–1876). En el periodo comprendido entre 1876 y 1879 se nombraron dos Administradores con título de Episcopal para Ceuta, aunque con título “in partibus in fideliun”.
Fray Ildefonso Infante y Macías (1876–1877). Nació 31 Mayo 1813 en Moguer; fue benedictino, rector del Seminario de Cádiz, y D José Pozuelo y Herrero (1877–1879). Nació el 2 de julio de 1828 en Pozoblanco. Continuando cronológicamente con la Diócesis de Ceuta, aunque con cierta resistencia, quizás ante el fracaso anterior, se forzó la aceptación de dicha administración con el nombramiento de D. Jaime Catalá y Albosa como Obispo de Cádiz.
A partir de ese momento, 1879, y hasta la preconización del Patriarca de las Indias como primer Obispo de Cádiz y Ceuta en 1933, fueron Administradores Apostólicos de la Diócesis de Ceuta.
D. Jaime Catalá y Alosa (1879–1884)
D. Vicente Calvo y Valwero (1.884 – 1.899)
D. José María Rancés y Villanueva (1899–1917)
D. Marcial López Criado (1918–1932)
La Diócesis de Cádiz y Ceuta, es el resultado de la unión de la Gadicensis y Septensis bajo un único Obispo Titular, proceso que se inició en 1857 y culminó en 1933, que corresponde al artículo 5 del Concordato de 1851 entre España y la Santa Sede, en el que se dispuso la “agregación de la diócesis de Ceuta a la de Cádiz”.
Los motivos de la agregación de Ceuta y Cádiz parece ahora despejada a través de un documento obrante en el Archivo Secreto Vaticano, sección Nunciatura de Madrid, caja nº 486, citado por María Josefa Vilar, de la Universidad de Murcia
En dicha caja se conserva la correspondencia fechada entre Enero y Marzo de 1877 mantenida entre Ildefonso Infante Macías, Administrador apostólico de la Diócesis de Ceuta en el periodo 1876–1877, con el encargo de la Nunciatura de Madrid, D. Mariano Rampolla, sobre el fracaso de la gestión del primero, que fue uno de los factores determinantes que llevaron a la Santa Sede a acelerar el proceso de agregación de ambos Obispados.
Total de Obispos hasta la actualidad un total de 6 Primer Obispo D. Ramón Pérez Rodríguez (1933–1937), y el Actual D. Rafael Zornoza Boy (30-08- 2011…)
Hay que destacar al Ilmo. Sr. D. TOMÁS GUTIÉRREZ DÍAZ (1943–1964), como Obispo de Cádiz–Ceuta. Ya que fue el prelado que tramitó y gestionó cuanta documentación recibió de la Vicaría General de Ceuta (D. Emilio F. García), de las autoridades civiles y militares en el proceso de la Coronación Canónica de Santa María de África. Que confirmó el Papa Pío XII, y cuya celebración se realizó el día 10 de Noviembre de 1946.
Vamos a determinar algunos Obispos que en Ceuta han tenido una cierta relevancia. ILMO. SR. D. ANTONIO MEDINA CHACÓN Y PONCE DE LEÓN.- Finalizada la Diócesis de Ceuta y Tánger, continúan los Obispos de Ceuta. En este nuevo periodo que comienza en 1675. Es el primer Obispo de Ceuta por la Corona de Castilla en 1676 (1675–1680).
Tomó posesión de su Iglesia en 4 de Agosto de 1677; posesionado de ella y reconociendo que el Templo Catedral se halla ruinoso y próximo a desplomarse por su mucha antigüedad, mando demolerlo y trasladó la Catedral a la Iglesia de Nuestra Señora de África; donde estuvo establecida, por el dilatado espacio de cincuenta años, que duró la reedificación del nuevo templo.
En su pontificado practicó varias veces la visita pastoral; y dio muchas disposiciones de buen gobierno en el año de 1680, y otras referentes a fiestas y su observancia.
En este artículo se hace mención a una serie de obispos que han tenido cierta relevancia en Ceuta”
Fue nombrado Gobernador y Capitán General de esta Plaza, cargo que desempeñó hasta 1681, posteriormente fue trasladado a la diócesis de Lugo. Murió en Murcia el 20 de Julio de 1694. ILMO. SR. D. VIDAL MARÍN.- Natural de Mora en el arzobispado de Toledo, Inquisidor mayor de Salamanca; Magistral que fue de Santo Domingo de la Calzada y Lectoral de la metropolitana de Sevilla. Gobernó esta Diócesis.
Desde el 9 de Noviembre de 1695, en que se posesionó de ella hasta 24 de Mayo de 1705, Falleció en Madrid el 10 de Marzo de 1709 y su cadáver fue conducido según su última voluntad, al templo de la Virgen de África donde se halla sepultado. Cuando en 1694, Muley Ismail impone a Ceuta un nuevo cerco, las obras de la Santa Iglesia Catedral se paralizan, sufiendo los rigores del fuego de la artillaría enemiga.
Al tomar posesión en 1695, como hemos indicado D. Vidal Marín, ve la difícil situación para concluir la Seo, determinando reformar la Iglesia de África para que ocupase su lugar.
En tal coyuntura, el Cabildo pasaría a la Iglesia del Valle, mientras se renovaba la Capilla, mejoraban y construían las bóvedas – una de las cuales es hoy Sagrario- y se construía el Panteón en donde ordenaría ser sepultado años más tarde, siendo necesario trasladar sus restos desde Madrid. ILMO. SR. D. SANCHO DE VELUNZA Y CORCUERA.- Tomó posesión de esta Iglesia el 24 de Abril de 1714. Fue Colegial mayor de San Ildefonso de Alcalá de Henares, Canónigo é inquisidor de Cuenca.
Este ilustrísimo prelado hacía aplicación de cuanto peculio podía haber á la reparación y ornato de los templos. Compró el terrero para edificar la Iglesia de los Remedios; cuya primera piedra colocó el 5 de Mayo de 1715; haciendo que los trabajos marchasen con tal actividad, que al año siguiente dijo el insigne prelado la primera misa, erigiéndola en ayuda de parroquia, y nombrando para cura de ella a un Canónigo de la Catedral.
Bajo su dirección se reedificó la Iglesia de África (nuevo cuerpo de Iglesia, por auto de 25 de Marzo de 1715, que proseguirían sus sucesores Lasso de la Vega y Crespo Agüero).
Continuó las obras de la Catedral, dio reglas para el coro y dictó varias disposiciones sobre residencias canónica. En septiembre de 1716 fue trasladado a la mitra de Coria; dese su Diócesis, envió muchos ornamentos y alhajas para la Iglesia de los Remedios, pensionándola con una renta anual para su culto y sostenimiento. ILMO. SR. D. MARTÍN DE BARCIA.- Dignidad de la catedral de Mondoñedo, prelado doméstico de Su Santidad, asistente al Solio Pontificio.
Tomó posesión de esta Diócesis el 24 de Abril de 1744; vino a ocupar su silla el 8 de Mayo de 1745. En su pontificado dio muchas disposiciones de buen gobierno.
En 1746 formó el ceremonial que había de usarse en la toma de posesión del Comandante General de la Plaza cómo debía recibírsele en la Catedral, cuando asistiera a las funciones de ellas; señaló su asiento y el del municipio, el que debe ocupar la señora del general y el designado al Teniente de Rey.
En 1751 dispuso que las dos canonjías que vacaren primero, la una se erigiese en Doctoral y la otra en Magistral. En 1752, reparó a sus expensas la Iglesia de Nuestra Señora de África; la consagró, (el 5 de Agosto 1752) decoró, pintó y costeó el Retablo del Altar Mayor, encargado en Sevilla, y que luce su Blasón en el guardapolvo de su propio peculio, regalando ornamentos y alhajas para la misma.
El Rey D. Felipe V mandó que a este prelado se le facilitasen caudales y con ellos reedificó la ermita de la Virgen del Valle, medio destruida por haber servido de lazareto, ampliando las habitaciones contiguas.
Reparó también varias casas que habían servido de Sagrario, botica, hospital de bubosos, y repartió a todas las Iglesias ornamentos correspondientes a los que se habían perdidos por la confusión y desorden que hubo en la ciudad durante el mortífero periodo de la horrible y aterradora epidemia del Bubón.
Fue trasladado a la silla de Córdoba, tomando posesión el 21 de Octubre de 1755. (*) Exhermano mayor de la Cofradía Santa María de África