Se ha convertido en el proyecto político por excelencia. Sí, político. Porque al final, las sombras permitidas en torno a la gran obra que se quiere llevar a cabo han terminado por enfrascar en una guerra de tira y afloja a los partidos políticos en la oposición y al Gobierno. Uno puede argumentar leyes, puede basarse en procedimientos, puede fundamentar adecuadamente la no publicitación del proyecto. Puede incluso que se tenga razón en ello, pero no es el momento para evitar la exposición pública de una actuación en la que se van a invertir más de 7 millones de euros. La ciudadanía debe saber cómo es que la Gran Vía necesita de esa inversión, sin caer en polémicas sin sentido sobre si Caballas critica esto porque no le interesa una obra en el centro. Eso es falso. Cualquiera en su sano juicio sabe que decir eso es un sinsentido. No hablo por boca de la coalición aunque, en este punto, termine pensando igual. Se debe conocer y exponer públicamente la obra de la Gran Vía, se debe justificar cada uno de los gastos que se lleve a cabo, porque se trata de una importante inversión y porque los ciudadanos debemos saber qué justificación hay para, a toda prisa, iniciar esta actuación encomendada a Tragsa, justo en el momento en que atravesamos una crisis comercial que bien podría definirse de histórica. De los gastos conocemos lo que se va filtrando. Que si las farolas, que si los ornatos... pero así no debe trasladarse la información, dotando de más oscuridad a una obra que igual está justificada, que igual tiene los gastos que debe tener, que igual ha sido la decisión más acertada... pero todo eso los ciudadanos debemos saberlo como también debemos tener justificado lo idóneo de empezar las obras ya, de inmediato, porque hasta ahora lo que se ha dicho a los medios se ha visto más encuadrado en una pataleta gubernamental que en algo que tenga base. Desconozco el empecinamiento que hay por no dar a conocer datos reclamados, desconozco por qué en plena crisis de comercio, de turismo, de reactivación... se justifica una acción de este tipo. Desconozco tantas cosas que, al igual que les sucede a otros ceutíes, urge una exposición detallada y clara para acallar cualquier rumorología. ¿Sale mejor exponerse a esta situación? No lo creo, otra cosa bien distinta es el interés que pueda tener un Gobierno en dejarse desgastar de esta manera si tiene más fácil su salida.