Es urgente preparar proyectos, programas o acciones concretas para rescatar y frenar la fuga de cerebros que emigran por falta de universidades. Pero ya no solo para ofrecer oportunidades a los jóvenes en el mundo laboral, sino también desde que están en la universidad.
Y es que parece que los gritos y pancartas de los cien alumnos de cuarto curso de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta no han sido escuchados. Llevan semanas gritando en sus manifestaciones que no se juega con sus prácticas y que están dispuestos a arrimar su hombro en el Hospital Universitario de Ceuta para atender tanto a los pacientes con COVID como a los que presentan otras patologías.
Pero siguen sin respuestas por parte de Ingesa y de la facultad. Consecuencia: una desastrosa fuga de talento ceutí que se está yendo de las manos. De estos cien alumnos un total de 25 ya ha solicitado y les ha sido concedido la reanudación de sus prácticas en Cádiz (3 alumnos) y las ciudades granadinas de Baza(10) y Motril (12).
Pero esto no es todo. La “gran mayoría” de los 75 restantes también ha pedido el traslado y se encuentra a la espera de que la universidad se lo conceda. Una relación de alumnos que debería haber salido este pasado lunes y que aún esperan.
“La anterior salió el 10 de septiembre y esta tenía que haber salido el lunes, pero la han alargado hasta el viernes. La UGR en Ceuta siempre va tarde. En la próxima van a salir muchos más porque de los cien que somos la gran mayoría lo ha pedido o, incluso, todos yo creo”, explicó Sara Prieto, portavoz de los estudiantes durante las manifestaciones.
Otros no se van porque ya tienen firmados los contratos de alquiler de piso en Ceuta y los caseros se niegan a romperlos. “Muchos han hablado con los caseros para ver si podían irse, pero nada. Yo misma lo miré, hablé con mi casero y me dijo que no podía irme, sino sí que me hubiera ido”.
Los estudiantes que aún quieren hacerlas en Ceuta se manifestarán las veces que haga falta hasta que la universidad o el Ingesa les dé una solución ya que su formación se basa, principalmente, en la realización de estas prácticas. A última hora de la tarde de ayer, la Facultad informó a los estudiantes de que Ingesa había enviado al Vicerrectorado de Docencia de la UGR un protocolo para que las prácticas empiecen cuanto antes, documento que la universidad valorará en una reunión este viernes.
Los universitarios dejan en un año más dinero que el turismo
Esta fuga de futuros enfermeros está haciendo mella en la Sanidad, que está escasa de personal. Pero también lo hará en la economía ceutí. El problema de estos estudiantes, además de no saber qué va a ser de su futuro académico y laboral, es que muchos de ellos no son de Ceuta, por lo que dependen de un alquiler que deben pagar sí o sí aunque no hagan sus prácticas, además de todos los gastos que conlleva estudiar fuera.
Lo que para ellos son gastos para Ceuta son ingresos que la ciudad perdería. Además, la pandemia hará que muchos estudiantes dejen de llegar a Ceuta como cada año y su impacto en la economía se hará notar.
Durante estos días se habla mucho del impacto del turismo en la economía ceutí, pero poco se dice de cómo afectaría la disminución del número de estudiantes universitarios, que podrían dejar incluso más dinero en un año que el turismo. Y más en el panorama actual con la frontera con Marruecos cerrada.
Los estudiantes foráneos son una fuente de ingresos importante en ciudades universitarias como Ceuta. Comercios, supermercados, tiendas de todo tipo, bares, restaurantes, pubs y bares de copas que este año dejarían de tener el goteo constante de clientes jóvenes estudiantes.
Lo que resulta evidente es que el panorama va a cambiar y ni la Consejería ni Ingesa están haciendo nada para evitarlo.
Diez estudiantes de cuarto curso de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada en Ceuta se encuentran en estos momentos realizando sus prácticas como rastreadores en la Ciudad Autónoma, concretamente en el área de Salud Pública. Comenzaron el pasado mes de septiembre y se organizan en grupos de diez alumnos que van rotando cada dos o tres semanas.
En principio, las prácticas son de dos semanas de duración, aunque “evidentemente no sustituyen a las prácticas clínicas porque la Ciudad no tiene más capacidad de gestión y solo puede mediar ante Ingesa y el Ministerio de Sanidad”, aseguran desde el gabinete de prensa de la Ciudad. No obstante, estos alumnos son evaluados por sus tutores y deben presentar una memoria a la consejería de Sanidad.
Si la oferta educativa supera en numero a la oferta profesional es lo normal, aparte el 95% de los alumnos de enfermeria no son de Ceuta, asi que eso de fuga de talentos como que no.
Esto es un fracaso más de nuestros dirigentes políticos sobre todo de la dirección de la Universidad y INGESA, a partir de ahora muchos universitarios se giran a otra parte a estudiar y con el consiguiente perdida de muchos puestos de trabajo, la delegación del Gobierno como siempre, muy callada
Que verguenza de dirigentes tando de la administración local como de la central, como de la universidad de granada en ceuta, que venguenza! , unos por inacción otros por no ponerse en su sitio.....Esta ciudad siempre llega tarde a todo , a todo....Pero aqui no dimite nadie, se tapan unos a otros.