El presidente del Gobierno mantiene a día de hoy la promesa de que en 2020 haya en España 20 millones de ocupados. Y es muy probable que se consiga, aunque hay que ser consciente de que en el horizonte hay algunos nubarrones.
Por delante de los demás está Cataluña porque, tanto si el independentismo consigue formar gobierno como si hay que repetir las elecciones, el horizonte no es precisamente de confianza y de seguridad jurídica. En el primer supuesto estaríamos ante un gobierno que muy probablemente repita los errores de los últimos años.
Cataluña ha sido una comunidad autonóma potente en crecimiento, inversión y creación de empleo, aunque los servicios públicos dejan bastante que desear y el endeudamiento colosal. Sin embargo, ahora es una de las peores en creación de empleo y su PIB se ha resentido en unos 1.000 millones de euros.
De hecho, el año que viene, Madrid superará en PIB a Cataluña. Si de lo que estamos hablando es de que no se puede formar gobierno y hay que repetir las elecciones, el desastre continúa, porque la confianza y la inseguridad seguirán presidiendo la vida económica, las empresas seguirán marchándose y la inversión se lo pensará.
Después hay que estar atentos a dos variables que hasta ahora han sido favorables, los famosos vientos de cola, que ahora lo van a ser menos: el precio del petróleo y los tipos de interés. También conviene recordar que el BCE está ya en proceso de retirada de estímulos.
En todo caso, la economía española ha ganado productividad y sobre todo competitividad, lo que queda demostrado por el dinamismo de las exportaciones y los cinco años consecutivos de superávit en la cuenta exterior.
El cambio de modelo productivo hacia una economía más sana y más diversa es un hecho y eso ayudará y quizás compensará las nubes negras. Además, la reforma laboral ha sido un éxito. Se han recuperado cientos de miles de puestos de trabajo. En 2017, récord histórico de ocupados. Así que es posible que el 20 haya 20 millones de trabajadores.