El Gobierno central que preside Pedro Sánchez ha facilitado esta semana al diputado vasco Jon Iñarritu (Bildu) datos desconocidos hasta ahora sobre el volumen de personas con pasaporte español o extranjeras que han transitado por la frontera del Tarajal y por el Puerto para entrar o salir de Ceuta durante el último lustro, concretamente desde el año 2014 y con cifras actualizadas hasta el pasado 1 de junio desglosadas por nacionalidad y ejercicios naturales.
De acuerdo con la documentación aportada al parlamentario vasco, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso este periódico, en 2014 entraron en la ciudad un total de 6,64 millones de ciudadanos, algo menos que en 2015 (6,94) pero sensiblemente más que en 2016 (6,16) y 2017 (6,12)
Los datos correspondientes al año pasado y a los cinco primeros meses del ejercicio en curso dejan de computar con eficiencia del tránsito de marroquíes. Así, mientras en 2018 se cifra en algo más de 5,6 millones el número de entradas de foráneos por las fronteras de Melilla (326.080 por el Puerto), en Ceuta apenas se registran 430.016 por la frontera y 927.122 por el Puerto. Algo parecido pasa con los números relativos al periodo entre enero y mayo de este año, que apenas refieren 199.153 entradas por el Tarajal y 341.147 desembarcos. Comparativamente, en Melilla se han registrado 108.241 por el Puerto y 2,64 millones terrestres.
Si el análisis se limita a ejercicios con cifras normalizadas, entre 2014 y 2017 accedieron a la ciudad entre 6,06 millones (el primer ejercicio del periodo) y 5,59 (el último) millones de personas, lo que arroja una media de entradas diaria de 18.977 personas al día en el ejercicio con mayor actividad, 2015 (6,9 millones). En medio de tal trajín, no es extraño que se haya disparado la falsificación de documentos.
Ningún otro Estado salvo Francia (10.192) supera el listón de las diez mil entradas de nacionales, aunque tanto Bélgica (9.156 en 2016) como los Países Bajos (7.933 en 2017) y Estados Unidos (7.776 ese mismo año), Alemania (7.431 en 2015) Italia (4.719) o Portugal (4.698) se quedan más o menos cerca de esa cifra.
El volumen de españoles que entró en Ceuta refleja fortísimas fluctuaciones, ya que tres ejercicios se cifra en el entorno de los 450.000 individuos y en 2015 se dispara ligeramente por encima del millón de entradas sin explicación aparente más allá de la falta de sistemas verosímiles de cómputo fronterizos.
Las salidas registradas de Ceuta son casi equivalentes, y oscilan entre los 6,05 millones del último de esos ejercicios analizados y los 6,6 millones del primero de la serie.
Lejos de mejorar, la serie estadística oficial que maneja el Gobierno de España se ha ido empobreciendo con el tiempo, y ni en 2018 ni este año desagrega por nacionalidades tanto en el Puerto como en el helipuerto de Ceuta.
Los registros que se conservan del Tarajal para ciudadanía con pasaportes de países de la UE mantienen a Alemania, Francia, Bélgica, Italia y los Países Bajos como los Estados de los que más nacionales han pasado por la ciudad autónoma.
A la espera de que empiecen a operar los sistemas de ‘frontera inteligente’ que está instalando el Ministerio del Interior, que no solo supondrán una sensible mejoría de los niveles de seguridad sino también de las fuentes estadísticas de tránsito por la frontera, durante los últimos años las autoridades han dado todo tipo de números sobre el volumen de personas y mercancías que acceden a Ceuta desde Marruecos sin base real certificada.
Con la entrada en funcionamiento del ‘Tarajal II’ sí se ha conseguido afinar el número de porteadores que entran en la ciudad, que actualmente supera las 2.000 mujeres y los 3.000 hombres, según la jornada de la semana de la que se trate y para quién esté reservada la posibilidad de dedicarse al negocio del comercio transfronterizo peatonal.
El paso del Tarajal y la Nacional 352, un “cuello de botella”
El último paquete de fondos de la UE debía venir a mejorar la situación de un paso fronterizo y una carretera de entrada en la ciudad desde Marruecos “considerados como un cuello de botella por la que transitan anualmente más de 9 millones de pasajeros y más de 1 millón de vehículos (diariamente las cifras ascienden a 27.000 personas y 3.500 vehículos)”, según los datos que incluyó el Gobierno local en el Programa Operativo del FEDER para el periodo que termina en 2020. En su programación se resaltó que “el colapso diario afecta a los miles de trabajadores que acuden a diario desde Marruecos, a los polígonos comerciales, al Puerto o a los turistas de clase media marroquí que vienen a comprar al centro y soportan colas de 3 horas”.
La frontera, flujos e incidencia directa sobre el empleo
El Programa Operativo 2014-2020 de Ceuta partió de que “uno de los déficits más notables de la ciudad se produce en su única vía de acceso a la frontera con Marruecos, la Nacional 352, que no dispone en la actualidad de capacidad suficiente para absorber el tráfico diario que soporta”. Según los datos que manejaba la Administración local hace más de un lustro, “más de 20.000 personas y 3.500 vehículos” cruzaban a diario la frontera del Tarajal “colapsando la mencionada vía, lo que tiene repercusiones negativas en el comercio, la hostelería, y servicios esenciales como los transportes públicos y el acceso al Hospital de la ciudad”. Según dicho documento, los informes elaborados por la Cámara de Comercio y por la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) afirmaban que “el funcionamiento de la frontera constituye una amenaza para el desarrollo económico local, ya que puede incidir de forma directa en el descenso tanto en el número de clientes marroquíes como en su tipología, reduciéndose el visitante de poder económico medio-alto”. En realización con la incidencia en el empleo, los estudios apuntaban que el 83,6 % de los empresarios locales consideraba que “la mala gestión de la frontera podría acarrear la pérdida de puestos de trabajo en su empresa” y que el 70% de los empresarios consideraba que si se asegurase un tráfico fluido por la frontera con Marruecos “se podría aumentar en 1 ó 2 trabajadores a corto plazo” la nómina de empleados a su cargo.
Los apuntes:
PROCESA: Más de 8.500 para actividades ‘económicas’
Procesa había estimado hasta ahora que “diariamente entra en Ceuta una población equivalente al 22% de la población total de la ciudad”. Según sus cálculos, “de las personas que entran por la frontera, más de 8.500 lo hacer para realizar actividades con impacto en la economía de Ceuta, la mayoría de ellas sin contrato.
Nacionalidades: marroquíes y europeos
Excluyendo las cifras de lo que va de este año y el anterior, que dejan de computar correctamente el volumen de marroquíes que accede a la ciudad, claramente infravalorado, entre 2014 y 2017 se registran entradas por entre 6,1 y 6,9 millones de personas, la inmensa mayoría (entre 5,5 o 6 millones) súbditos del Reino alauita. Muy por detrás aparece el contingente de nacionales y de países de la UE como Bélgica, Francia, Países Bajos, Alemania o Italia.
Otros países: EEUU e Japón, al alza
De países más alejados llama la atención el flujo de estadounidenses que entra en Ceuta (superior a 8.600 personas algunos años) y el de japoneses, que ha llegado a estar por encima del millar en un solo año. Estados como Albania, Armenia, Benín, Brunei o El Salvador se sitúan en el extremo más excepcional.