Visto para sentencia ha quedado el juicio contra C.A., acusada de un delito de hurto, por el que el Ministerio Fiscal le pide 18 meses de prisión y una indemnización a la víctima de 10.600 euros en concepto de los artículos sustraídos.
Los hechos ocurrieron en julio de 2014, fecha en que la acusada entró en la vivienda de sus exsuegros, en la calle Cervantes, con el juego de llaves que tenía legítimamente y se apoderó de varias joyas de oro (pendientes, anillos, pulseras y cadenas), que fueron tasadas en 10.400 euros, además de otros 200 en metálico, según el escrito de acusación.
Durante su testimonio en el juicio oral, C.A. reconoció haberse apoderado de las joyas, aclarando que eran de su propiedad, fruto de los regalos que, tanto el que entonces era su marido, como su suegra, le habían entregado durante los más de 20 años de matrimonio.
El juicio se pospuso dado que el perito no compareció, pese a haber estado citado
Aseguró que en el momento de los hechos se encontraba en proceso de divorcio y que fue entonces cuando su exmarido trasladó todas las joyas hasta el domicilio de sus padres, donde se dirigió para recuperar sus posesiones, según apuntó.
La acusada aseguró mantener una buena relación con sus exsuegros, motivo por el cual poseía una llave de su domicilio, que solía emplear para acudir a ayudarles en las tareas domésticas.
Pese a reconocer haber entrado en el domicilio para recuperar las joyas, que posteriormente vendió por necesidad, según señaló, negó haber sustraído la cantidad en metálico de 200 euros.
El testimonio de la excuñada de la acusada se centró en negar que las joyas fueran suyas y que su madre se las había entregado a ella cuando aún vivía.
En la propia vista y a través de fotografías, la testigo reconoció como propias dos de las joyas sustraídas, aunque el letrado de la Defensa aseveró que dichos artículos fueron vendidos dos meses antes de que se formulara la denuncia por hurto. De todos los objetos sustraídos, únicamente se ha recuperado un anillo.
El juicio fue suspendido por la no comparecencia de uno de los testigos, el perito, a quien la magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 impuso una multa de 200 euros por no asistir, pese a haber sido citado.