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Numerosos ceutíes se dieron cita en el cementerio de Santa Catalina para rememorar la memoria de los desaparecidos. Las flores volvieron a llenar de colorido tumbas y nichos en una jornada tan emotiva como esta
Es la otra cara del día 1: la visita al cementerio. Desde primeras horas de la mañana numerosos ciudadanos se acercaron hasta el camposanto para recordar a sus difuntos.
Algunos nichos mostraban el paso de los años, otros lucen cuidados por la mano de familiares y amigos, especialmente en esta jornada. Están los que reflejan una época que es mejor dejar en el olvido: la de los fusilados en la Guerra Civil, y unos cuantos pasaron al olvido desde el momento en que se colocó la lápida. Hay epitafios que recuerdan cómo fue el difunto y también están aquellas que honran a los que dedicaron su vida a su profesión, los dedicados a efectivos del Ejército.
Las flores volvían a ser las protagonistas de una jornada emotiva y también triste para muchos. La parada era obligada en las puertas del cementerio de Santa Catalina para abastecerse en alguno de los puestos de venta y adquirir los ramos que lucirán en memoria de los desaparecidos.
“Lo que más nos piden son las clavellinas es lo más económico, pero también se compran margaritas, rosas o lilium. Este tipo de flores también se vende mucho. También nos pueden pedir orquídeas aunque son más caras, pero hay gente que se gasta bastante dinero en flores”, explicó la propietaria de Viveros J. Martín, Isabel Martín.
Instalaron su puesto hace unos días y, aunque ayer es la jornada “fuerte” por excelencia, son muchos los que optan por acudir al camposanto unos días antes.
La venta de flores de plástico afecta al negocio
Más de 5.000 ramos de flores vende este puesto durante estos días, aunque su propietaria reconoce que las flores de plástico han hecho “algo de daño” al negocio. “Tenemos clientes de toda la vida pero no mucho, lo que hace más daño es la incineración. Eso lo estamos notando más. Pero esperemos que esta tradición no se pierda”, apuntó. Para muchos nunca se perderá, porque como ellos mismos reconocen “venimos todos los años a arreglar el nicho”.
Es el día para recordar a los que ya no están entre nosotros y uno de los más visitados es el lugar donde reposa el que fuera alcalde republicano, Antonio López Sánchez Prado. Como todos los años, su tumba lucía llena de flores, en su mayoría rojas. “Yo vengo a traerle un ramo, pero no sólo lo hago este día, vengo muy a menudo”.
Es un jornada emotiva donde las haya para recordar a los familiares y amigos desaparecidos.
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