Los
satélites Copernicus Sentinel-2 han centrado su mirada en las zonas que resultaron más afectadas por el grave
incendio del entorno de García Aldave, el más grave y de mayor impacto medio ambiental en la historia reciente de Ceuta. Las imágenes obtenidas desde el espacio permiten percibir la magnitud del desastre, que afectó a más de 130 hectáreas de terreno. El Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias del Ministerio del Interior anunció que había encargado este servicio de cartografía de los satélites Copernicus para hacer un mapa al detalle
de la superficie quemada. "El 9 de septiembre de 2022 se inició un incendio en la Ciudad Autónoma de Ceuta, España.
El fuego quemó zonas de alto valor ecológico y unas 50 personas fueron evacuadas, por lo que es el mayor incendio de la historia del enclave español. El fuego fue declarado extinguido dos días después, el 11 de septiembre de 2022", reza en la información que ofrece Copernicus. Un mapeo que se activó, como aseguran en el documento, para
delimitar el área quemada, evaluar los daños y el impacto del fuego y valorar también el estado de erosión del suelo posterior al desastre. Todo ellos con una precisión y exactitud del 97,3 por ciento. Copernicus es un proyecto de la Comisión Europea, con un presupuesto de unos 6.700 millones de euros, que pretende "lograr una completa, continua y autónoma capacidad de observación terrestre de alta calidad". La idea es que los resultados sean accesibles de forma libre para la comunidad científica y cualquier persona que se interese por ellas. Normalmente, el Copernicus suele utilizarse mientras el fuego está activo para así ayudar en las tareas de extinción analizando desde arriba con esta potente tecnología. Entre otras cosas, estos satélites proporcionan información sobre el cambio climático y jugaron un papel muy activo tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja.