La familia de Mohisen Abdeselam Zinati continúa denunciando la falta de respuesta de las autoridades en la búsqueda de su familiar.
Este joven ceutí de 26 años desapareció hace ya más de una semana en aguas del
Estrecho, cerca de la costa de Algeciras, al caer de una semirrígida. El último rastro que se tiene de él es un zapato, que ha aparecido este viernes a cinco metros de la orilla, en una zona de acantilados. Lo explica su propia esposa, Blanca Mohamed, que en declaraciones a El Faro ha criticado que hayan tenido que ser "sus propios amigos" quienes han improvisado un dispositivo de búsqueda "con embarcaciones y a pie". El zapato apareció en una zona "de difícil acceso": Abdeselam Zinati desapareció en un punto no concreto entre Cala Arena y Punta Carnero. Blanca alberga la esperanza de que la prenda se le cayese y que su marido esté, aunque "escondido", sano y salvo. Mohamed incide en señalar a las autoridades como responsables de la desaparición de su marido. Mohisen cayó al agua en torno a las cuatro de la mañana del pasado sábado 19 de mayo, tras ser interceptada por el Servicio de Vigilancia Aduanera la semirrígida que tripulaba junto a otras dos personas. La última vez que Mohisen habló con su esposa fue a la una de esa misma madrugada a través de una llamada telefónica.
Un compañero de Mohisen fue rescatado a las dos horas
Siempre según el testimonio de Blanca, Mohisen viajaba en la semirrígida acompañado de un piloto (que huyó del lugar) y de Joaquín, un amigo suyo que también cayó al agua al ser interceptada su embarcación. El suceso habría tenido lugar a escasos metros de la costa. Sin embargo, Joaquín habría permanecido en el agua dos horas desde que tuvo lugar el suceso. Tras ser rescatado tuvo que ser conducido al hospital con síntomas de hipotermia. Después pudo declarar en comisaría y quedó en libertad. Gracias al testimonio de Joaquín, Blanca habla "con la libertad" de saber que su amigo pudo vivir y contar todo de primera mano. La familia ha denunciado la desaparición de Mohisen tanto en Ceuta como en la comisaría de la
Policía Nacional de la barriada de El Rinconcillo, en Algeciras. Las horas pasan, su desaparición ante la falta de respuesta de las autoridades aumenta, pero de momento la esperanza no decae.