Zapatero ya dejó a Ceuta sin la ayuda para la producción de agua en 2011

No es la primera vez que la subvención por la producción de agua es retirada por un Gobierno del PSOE a la Ciudad Autónoma de Ceuta. Ya sucedió en el año 2011 cuando el presidente del Gobierno era José Luis Rodríguez Zapatero, aunque entonces la excusa fue otra bien distinta.

El Gobierno ceutí de esa época se sintió engañado a lo largo de esa legislatura por la Administración General del Estado en cuanto a las ayudas por producción de agua porque supuso cambiar una fórmula que permitía un menor coste para las arcas autonómicas por otra nueva que hizo incrementar el dinero para el mantenimiento de la desaladora, bajo la argumentación de prohibición por parte de la Unión Europea.

Sin embargo, según se pudo descubrir con posterioridad para la misma situación en las Islas Canarias se mantuvo el concepto de ayudas a la producción de agua que procedieran de las distintas desaladoras instaladas en el archipiélago canario.

Estas son las razones que llevan al ejecutivo presidido por Juan Vivas a solicitar al siguiente Gobierno, presidido por Mariano Rajoy, que volviera al antiguo sistema de abono a la producción de agua, que estuvo vigente durante los gobiernos del Partido Popular y en segundo lugar a que se produjera una ayuda extraordinaria para paliar las pérdidas que tuvo la Administración autonómica durante estos últimos años como consecuencia de haberse cambiado el sistema.

Esta ayuda extraordinaria, que en los presupuestos generales de la Ciudad Autónoma se valoraron en unos ocho millones de euros, situaban no solamente esas pérdidas que el Estado no había sufragado en la producción de agua, sino también las cantidades que se dejó de percibir con motivo de la reducción en las aportaciones en los convenios para los menores no acompañados y de Educación.

Debemos recordar que cuando el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, tomó posesión de su cargo como presidente, en las distintas negociaciones que mantuvo con el Gobierno central logró que se incrementara la aportación que el Estado realizaba para sufragar la producción de agua a nuestra ciudad hasta el noventa por ciento, quedando únicamente para las arcas de la Ciudad Autónoma un diez por ciento.

Sin embargo, a mediados de la primera legislatura socialista, se comunicó por parte del Ministerio de Medio Ambiente que la Unión Europea prohibía la subvención a la producción de agua y que por tanto las ayudas debían realizarse con otros conceptos, como fueron para la mejora de la red de abastecimiento. Se formuló una cantidad para las ciudades de Ceuta y Melilla, donde en el caso ceutí existía una reducción considerable en función del dinero que se percibía hasta ese momento.

Como es lógico, la Administración autonómica no tuvo más remedio que firmar ese nuevo convenio, el cual, precisamente, finalizó el treinta y uno de diciembre de 2011 y además con el agravante que ya estableció el Gobierno socialista en el sentido de que sería el último ejercicio en que se podrían establecer. Sin embargo, la sorpresa saltó cuando en el mismo Boletín Oficial del Estado permanecían las ayudas a la producción de agua en las Islas Canarias.

De ahí que se quisiera volver al antiguo sistema y esa confianza se materializó a los pocos meses cuando el mismo Vivas se sentó en el mes de marzo del año 2012 con el entonces secretario de Estado para las Administraciones Públicas y se confirmó la aportación de cuatro millones de euros para subvencionar la producción de agua procedente de la desaladora en nuestra ciudad. Unas cantidades que se han ido renovando en cada uno de los presupuestos que se han ido aprobando.

Ahora, el problema se centra en que se ha encontrado la fórmula para abonar otra subvención nominativa como es la de los MENA, con 2,3 millones de euros, a través de un acuerdo del Consejo de Ministros y nos encontramos con que Madrid, a pesar de las buenas palabras, ahora ha comunicado que este año no se realizará ni esta aportación para la producción de agua, ni tampoco los tres millones doscientos mil euros que se consiguieron para otra cuestión como son los gastos derivados del hecho fronterizo.

Canarias ya tiene la subvención para la producción de agua de este año

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, anunció a primeros de ese mes que el Gobierno de España dio luz verde a la transferencia de 8,5 millones de euros para subvenciones a la desalación de agua para consumo doméstico en Canarias y que “se hará efectiva automáticamente con la transferencia de esos fondos” a la comunidad autónoma. El Ejecutivo regional, en un comunicado, detalló que esas cantidades fueron traspasadas desde el Ministerio de Industria al de Transición Ecológica, como consecuencia de la reestructuración de Departamentos y que, por tanto, será éste último el que transferirá en próximas fechas esos fondos al Gobierno canario. La nota especificaba que el objetivo de esta subvención es que el usuario final pague un precio “normal” por el agua que consume y cuya producción es más costosa porque hay que desalarla en las plantas potabilizadoras. Recuerda que las islas a las que irán destinadas las ayudas serán de forma prioritaria Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura, Lanzarote y El Hierro. Este anuncio fue hecho por Torres en su visita a La Graciosa y Lanzarote, isla esta última “donde precisamente se instaló la primera planta desaladora de Europa en el año 1964”, recordó. Con esta noticia, el presidente canario “despeja la incertidumbre generada en operadores públicos y privados por la ausencia de convocatoria”, teniendo en cuenta que el sector depende en gran medida de los ingresos procedentes de la subvención a las plantas potabilizadoras. En su opinión, demorar más la ayuda o la pérdida de la misma supondrían, además, que se vieran afectados sectores productivos como la industria y el turismo, que son muy sensibles a la variación del coste del agua, subraya la nota. Añadió que desde 1983 el Gobierno central ha subvencionado la actividad de la desalación de agua de mar para consumo doméstico en Canarias con el fin de abaratar el precio final y, así, acercarlo al precio medio que se paga por el agua en la propia península. Hay que recordar que cuando el PP volvió a plantear las ayudas para Ceuta y Melilla se produjeron protestas por parte del Ejecutivo canario al considerar que cobraban mucho menos en función del número de habitantes en comparación con Ceuta y con Melilla por este tema.