Zapatero no quiere un Pacto por la Educación

El escritor, dramaturgo y político checo Václav Havel dijo en 1936, “La primera pequeña mentira que se contó en nombre de la verdad, la primera pequeña injusticia que se cometió en nombre de la justicia, la primera minúscula inmoralidad en nombre de la moral, siempre significarán el seguro camino del fin”. El gobierno socialista antepone sus prejuicios ideológicos a la solución de los problemas de la educación en España. El gobierno de Zapatero no quiere cambiar el modelo educativo: sólo quiere blindar el fracaso escolar producido por 25 años de leyes socialistas ineficaces.
El documento del Ministerio recoge una cosa y al mismo tiempo la contraria; adolece de generalidad y no entra a los temas de Estado. Al gobierno socialista no le interesa el consenso sino sólo otra foto más.
En el Partido Popular se han tomado muy en serio este Pacto porque la educación es la cuestión más importante para el presente y futuro de los españoles, actuado con lealtad y espíritu constructivo presentando en enero un documento con propuestas concretas y trabajando junto con los Responsables de Educación y el Ministro para lograr el Pacto.
El gobierno socialista ha rechazado todas las propuestas del Partido Popular para abordar los temas de Estado: No garantiza la libertad de los padres para elegir la educación que quieren para sus hijos. No contempla un plan de enseñanzas comunes para toda España que impida las discriminaciones intelectuales entre estudiantes. No garantiza la enseñanza del castellano en todo el territorio nacional. No reconoce la autoridad pública de los profesores, “de hecho los docentes están en contra del papel del gobierno porque es insuficiente”. No concreta con claridad la profesionalización de la función directiva y la autonomía de gestión de los centros.
No contiene una evaluación nacional para todos los alumnos, que permita incentivarlos y corregir las deficiencias del sistema educativo español.
El Partido Popular tiene un compromiso serio para la mejora del sistema educativo español, y seguirá trabajando para conseguir la reforma del modelo educativo que arregle los problemas que demandan los ciudadanos.
Y después de no darles a los jóvenes españoles un sistema educativo donde se trabaje para eliminar el fracaso escolar, Zapatero aplicara la reforma laboral en abril aunque no haya acuerdo. Nadie se cree el plan de austeridad del Ejecutivo y hay que destacar las advertencias del Ecofin de este fin de semana. El Gobierno ha sido incapaz de presentar un plan coherente sobre los temas fundamentales y con compromisos concretos en el tiempo.
El Gobierno socialista “ha hecho de todo salvo lo necesario”: primero, negó la crisis; luego culpó a factores internacionales; después la relativizó y minimizó; y, cuando finalmente reconoció su existencia, “entró en una hiperactividad” que le ha llevado a aprobar 160 medidas.
El problema, son los “tremendos resultados” de dichas iniciativas porque, en este período, se han destruido 1.800.000 empleos, el paro ha crecido en 2,5 millones de personas, el déficit público es el récord de la historia aumentado la deuda pública, el Gobierno no ha sido capaz de generar confianza en los agentes económicos y sociales
Zapatero ha sido incapaz de presentar un plan coherente sobre los temas fundamentales y con compromisos concretos en el tiempo”. En este sentido, Zapatero si va a presentar un plan que produzca unos resultados distintos a los generados por su actuación en los últimos años.
Zapatero creó en 2007 una ‘burbuja eléctrica’ concediendo primas astronómicas a las fotovoltaicas que nos han costado más de 6.000 millones de euros el año pasado.
La política de engaño socialista nos vuelve a pasar factura: Tras prometer una nueva economía sostenible basada en las energías renovables, ahora el gobierno socialista quiere quitar 12.000 millones de las ayudas a las energías renovables. La improvisación de Zapatero quiere quitar algunas ayudas que ya ha concedido, perjudicando a miles de pequeñas empresas.
La improvisación de Zapatero pone en peligro 120.000 puestos de trabajo y provoca la huida de los inversores a Italia y Estados Unidos.  
El fracaso de la política energética de Zapatero lo pagaremos todos con una subida de la luz del 20%, según la Comisión Nacional de la Energía.