Yawad Sbihi, el privilegio de estudiar en la 'Case Western Reserve'

Yawad Sbihi Mohamed. Este es el nombre de un joven estudiante de Ceuta que avanza a pasos agigantados para convertirse en un referente de la investigación. Con tan solo 19 años, cursó sus estudios de la ESO en el CC Severo Ochoa hasta que consiguió una beca de la Fundación Amancio Ortega y se mudó a Estados Unidos para hacer 1º de bachiller en Oklahoma. A la vuelta, en 2º cursó en el IES Siete Colinas. Desde 2020 se trasladó a Madrid donde hace el grado en Ingeniería Biomédica en inglés en la Universidad Carlos III.

Sbihi tiene ganas de seguir creciendo y, ahora, para el tercer curso de la carrera ha conseguido ser admitido en la Universidad de Case Western Reserve en Estados Unidos, una de las facultades más prestigiosas en investigación del mundo.

–Está estudiando el grado de Ingeniería Biomédica, ¿desde pequeño sintió esa pasión por el mundo de la medicina?

–Siempre me habían gustado las ciencias de la salud y quise estudiar Medicina hasta que llegué a bachiller y descubrí mi interés por la parte tecnológica de las ciencias. Buscaba algo que pudiera combinar las dos cosas y el campo de la bioingeniería fue una opción perfecta. Estaba un poco preocupado por cómo la altísima demanda que tienen carreras como esta podía afectar a la nota de corte para el acceso, pero afortunadamente conseguí entrar. No estoy seguro de cuál ha sido la nota final de corte en mi universidad en particular, pero recuerdo que en la primera adjudicación en mi año fue un 13,2 y creo que el año pasado hasta un 13,3.

-¿Cómo fue el interés por seguir sus estudios en la Universidad de Case Western Reserve?

-Uno de los motivos por los que escogí la UC3M (Universidad Carlos III de Madrid) fue por su enorme programa de movilidad no europea donde vi la posibilidad de volver a estudiar en Estados Unidos. La matrícula en cualquier universidad americana puede fácilmente llegar a los $40.000 al año, y en la CWRU (Case Western Reserve University) en particular el coste es de unos 60.000.

Creo que obtener plaza en cualquiera de las universidades del programa y tener la posibilidad de estudiar en ellas por el precio de la matrícula española es única y siento que debe aprovecharse. Ser alumno de una institución prestigiosa supone un gran avance académico y en el futuro próximo también laboral; es una oportunidad que potencialmente no podrá volver a repetirse.

Además de las implicaciones académicas y profesionales, creo que pasar un año en EEUU es una experiencia personal muy valiosa. En mi caso también me permitirá volver a ver a la que fue mi familia de acogida durante mi año de intercambio en el instituto. Si todos los trámites van bien, y así lo espero, estaré volando en agosto de 2022, justo cuatro años después. Pese a todo el tiempo que ha pasado sin vernos, me alegra poder decir que seguimos en contacto y hemos acordado que pasaré las próximas vacaciones de Navidad con ellos.

"Además de las implicaciones académicas, creo que pasar un año en EEUU es una experiencia personal muy valiosa"

-¿Cómo se sintió cuando conoció la noticia de que había sido admitido?

-Cuando vi que estaba en las listas de adjudicados sentí, además de alegría, mucho alivio. Ha sido un proceso muy competitivo y muchas personas no han podido obtener plaza. Hay muchos más solicitantes que plazas disponibles y el criterio está determinado únicamente por la nota media de los cursos anteriores (siempre que se cumpla el requisito de idiomas que algunas universidades exigen, como el TOEFL). Yo era consciente de que en absoluto tenía garantizada la admisión así que fue un descubrimiento muy emocionante.

-¿Qué espera aprender en dicha universidad?

-Espero continuar con mi formación en ingeniería biomédica y además empezar a profundizar en especializaciones del campo. En el tercer año, que es el que haré allí, se estudiará ingeniería de tejidos y medicina regenerativa, procesamiento de imágenes médicas, fisiología, biomateriales, diseño de instrumentación médica, etc. Creo que serán cosas más aplicadas a la vida real y al futuro profesional.

-¿Cómo cree que cambiará su vida a partir de ahora?

-Creo que personalmente supondrá un gran crecimiento y una nueva red de amistades, académicamente mucho aprendizaje y que profesionalmente me ayudará a destacar en el currículum.

-La Case Western Reserve University realiza durante el año múltiples investigaciones, ¿es una de las cosas que más le llama la atención?

-Sí. Si es posible me encantaría participar en alguno de los muchos proyectos de investigación que la universidad realiza. En general la CWRU es bastante prestigiosa nacional e internacionalmente, pero en medicina e ingeniería biomédica en particular más aún. Sé que los ránquines no siempre son objetivos porque según el programa o estudio que los realiza se consideran unos parámetros u otros. Aun así, la mayoría posiciona a la universidad entre las 100 mejores del mundo y en ingeniería biomédica la número 15.

Uno de los estudios con trascendencia internacional fue el que hicieron recientemente sobre la prevención de contagios y hospitalizaciones de la vacuna Moderna frente a la Pfizer, publicado en la revista científica ‘Journal of the American Medical Association’.

-¿Cómo de importante es su carrera ahora, por ejemplo, que nos encontramos en plena pandemia?

-Creo que en general la pandemia ha puesto de relieve la importancia de las carreras en ciencias de la salud como se ha visto en la investigación para la vacuna o en la importancia del personal y del material de hospitales. Esto último, sobre todo a principios de la pandemia, ha sido un ejemplo del papel de la ingeniería biomédica, necesaria para diseñar y fabricar los respiradores que se proporcionaban a los hospitales y que eran vitales para muchos enfermos de COVID.