El cambio climático ya está aquí, aunque no nos demos cuenta. Los libros escolares explican que el clima de Ceuta es mediterráneo, suave, con veranos calurosos -y mucho más los últimos- y secos, con inviernos moderados. Pero el tiempo está cambiando y rápidamente. Lo dice un informe que el Observatorio para la Sostenibilidad elaboró en 2010 sobre cambio climático en Ceuta y en el que se analiza la evolución del calentamiento del planeta y cómo influirán los cambios en el entorno más cercano.
Según este estudio, uno de los más claros efectos de que el cambio está llegando se nota en las variaciones térmicas, en las temperaturas. Los veranos son mucho más cálidos que antes (en este que acaba también se han rozado los 40 grados).
También lo dice la NASA, que registra en la última década un aumento de temperatura de entre 0,5 y 1 grado en la zona del Estrecho en la última década con respecto al periodo comprendido entre 1951 y 1980. Hasta la fecha, la máxima histórica registrada en Ceuta se dio el 30 de julio de 2009 con 40,2 grados, tres por encima de la última máxima histórica de 1991. Este año la máxima temperatura se registró el día 2 de agosto, cuando se llegaron a alcanzar los 38,7 grados.
Algo parecido ocurre con las lluvias, que disminuyen en cantidad de precipitaciones, pero aumenta en torrencialidad. Llueve menos, pero más fuerte. En Ceuta se han vivido episodios recientes, entre los años 2008 y 2010, que así lo atestiguan. Como muestra, un botón. El 6 de marzo de 2010 en Ceuta se registraron 1.301 litros por metro cuadrado, lo que provocó numerosos daños en infraestructuras de la ciudad y pérdidas de suelo bastante acusadas debido a los procesos erosivos asociados a estas lluvias. Si a todo ello sumamos el aumento del nivel del mar, las previsiones no son nada halagüeñas para Ceuta, ya que a pesar de que ese aumento no ha sido muy significativo hasta la fecha en las costas de Ceuta, para finales de este siglo se espera un aumento del nivel del mar de aproximadamente 20 centímetros, unas proyecciones que no tienen en cuenta la fusión de las grandes masas de hielo en los polos, algo que hipotéticamente, podría alterar significativamente el mapa de Ceuta.
La hipótesisSegún los modelos climáticos que se incluyen en el informe del Observatorio de la Sostenibilidad, en el momento en el que desaparezca la masa de hielo de Groenlandia el nivel del mar podría sufrir un aumento de siete metros a nivel global, una situación que los científicos no ven como algo imposible si se mantiene el ritmo de ascenso de las temperaturas y se confirman los peores augurios en cuanto al deshielo. Groenlandia ya ha sufrido este verano el deshielo superficial del 97% de su superficie en solo cuatro días, algo que nunca se había documentado a lo largo de más de 30 años de seguimiento vía satélite por la NASA. José Manuel Pérez Rivera, presidente de Septem Nostra considera que esta noticia es “suficientemente alarmante” sobre lo que se avecina. “Los peores presagios se están cumpliendo mucho antes de lo previsto por los más pesimistas”, matiza.
Extrapolando un aumento del nivel del mar de entre 4 y 6 metros a Ceuta dejaría la ciudad como se muestra en las imágenes. Es decir, toda la zona portuaria quedaría inundada, incluyendo barriadas como las de la Estación o la JOP, así como todos los terrenos ganados al mar en las últimas décadas, Parque Marítimo del Mediterráneo, dársenas del puerto puerto deportivo, Poblado Marinero y zonas aledañas. Todo quedaría por debajo del nivel del mar. También desaparecerían bajo las aguas la práctica totalidad de las playas y calas de la bahía sur y en la bahía norte la de Benítez y la parte más próxima a la playa de la barriada de Benzú.≠Recuerda Pérez Rivera que se trata solo de una proyección basada en modelos científicos de probabilidad a partir del año 2050 a 2070, escenarios “catástrofistas” que evidencian la “alta vulnerabilidad” de Ceuta ante un cambio climático de envergadura. “Siempre se trabaja con distintos escenarios, un abanico que va desde el más optimista al pesimista, pero son científicos quienes los elaboran”, recuerda. Casos como el deshielo de Groenlandia supone para el portavoz de Septem Nostra “que parece que estamos más cerca de los catastrofistas que de los optimistas”. “No se trata de alarmar, sino de que se tome conciencia de que Ceuta está entre las regiones más expuestas porque el cambio climático es una realidad que nadie puede obviar y ya lo estamos notando en las temperaturas y en las precipitaciones”, apunta. Todavía hay tiempo de evitar males mayores, “construyendo diques más altos”, apunta. En caso contrario y si se cumplen las predicciones más apocalípticas, el Paseo de la Marina volvería a ser, como hasta mediados del siglo XX, la nueva línea de costa de Ceuta.
“Nuestro modo de vida no está en consonancia con ese cambio” ¿Por qué Ceuta es más vulnerable a un cambio climático que otras regiones? José Manuel Pérez responde que no solo se debe a su situación geográfica y a su orografía, también a otras peculiaridades, como su propio ordenamiento urbanístico “que hace que vaguadas y cauces naturales de salida de agua estén ocupados por calles y avenidas y eso es un error gravísimo”, indica. Ello unido a la deforestación y al mal aprovechamiento de los recursos naturales provocan que Ceuta esté más expuesta a que los cambios le afecten más. “Nuestro modo de vida no está en consonancia con ese cambio que vendrá, antes o después”, añade. “El cambio climático es una realidad y solo nos queda adaptarnos a ella”, subraya para matizar, no obstante, que los informes y las proyecciones sobre el futuro se van revisando en función de la aparición de nuevos datos “Puede ser que se revisen para mejorar las proyecciones, pero toda la informaciónque nos llega es que el calentamiento es un hecho y nos va a afectar de lleno”.