Varias revoluciones perdidas y otras tantas manipuladas, millones de vidas en el camino, toneladas de proclamas, cientos de levantamientos y aplastamientos han desembocado al fin, en estos inicios de siglo XXI, en una suerte de realidad virtual en la que todo parecen avances, pero que, en realidad y con el beneplácito colectivo incluido, esto es puro retroceso. Y aquí todos tan contentos.
Tan intelectualmente castrados nos tienen que, a pesar de lo burdo de la maniobra, no caemos en la cuenta de que sólo disfrutamos de ligeros y maquillados matices sobre lo logrado en los años 1880 en los que se reclamaban las 8 horas de trabajo…. Lamentable balance para este 1º de Mayo en el que, insisto, vamos decididamente hacia atrás…. Y aquí todos tan contentos.
Cierto es que, en este “Matrix” de carne y hueso, tenemos derecho a días de fiesta, vacaciones pagadas, a migajas de la seguridad social e incluso tenemos la posibilidad de asistir, en HD y 3D incluido, al eterno banquete de los poderosos, un suculento “Pack” servido desde el eterno Ministerio de la Verdad que nos dicta lo que debemos pensar; al respecto, los ejemplos no faltan: un Chernobyl en el olvido, lo de Japón es una anécdota, unas armas de destrucción masiva siempre presentes, el hambre en el mundo no es para tanto, las crisis de todo pelo debemos pagarlas religiosamente y otras “lindezas” del parecido signo. Lo dicho, el Ministerio de la Verdad está más presente que nunca…. Y aquí todos tan contentos.
También podemos elegir, súmun de las suertes, a los que por nuestro bien, dirigen nuestros destinos… todo un plan para quienes tenemos el privilegio de tener colesterol y hasta duda en la marca del coche a comprar, los otros, los del infra mundo, esos, los de las subespecies, no tienen derecho ni a eso….y aquí todos tan contentos.
Pero a escasas horas de la celebración del 1º de Mayo poco, o nada, parecen preocuparnos todos estos temas, y es que tan ocupados estamos en consumir para pagar lo que se invierte en nosotros en forma de óbolo/sueldo que apenas si activamos las neuronas.
Si nos tomásemos esa ligera molestia, si nos diera por pensar aunque fuese mínimamente, quizás cayésemos en la cuenta de que, en definitiva, sólo somos una masa amorfa al servicio de los que más tienen; sí, así es, somos una suerte de baterías humanas con hipoteca que, como en la película Matrix, engordamos a los de siempre a cambio de casi nada. Pero, para mayor gloria, tranquilidad y vanidad nuestra, nos hacen sentir algo superiores a los que, colmo de los colmo, nuestra miseria les resulta todo un lujo. Y aquí todos tan contentos.
Lo cierto es que siento vergüenza al pensar en los que dieron su vida pensando y luchando por la libertad y el bienestar de las generaciones venideras. Estén dónde estén, también sentirán vergüenza y asco, “¿todo para esto?” llorarán amargamente. Pues sí. Sin más. Y aquí todos tan contentos.
Quisiera terminar esta semanal dosis de vitriolo recordando que, hace casi un siglo y también en un mes Mayo, un centenar de trabajadores españoles se reunieron en Congreso en Zaragoza.
Tuvieron la osadía de elaborar una ponencia que sentaba las bases de una Sociedad en las que los vocablos arriba y abajo ya no tenían cabida. Obviamente, hoy ese texto no se consideraría utópico sino majadero, son los tiempos que corren. Aquel trabajo terminaba con una sabia y humilde frase “que todo el que sienta con capacidad, arrestos e inteligencia mejore nuestra obra”, pero se ve que nos ha faltado lo fundamental para conseguir una Sociedad basada en el Apoyo Mutuo, todo un plan para este 1º de Mayo. Y aquí todos tan contentos. Mi Mañica preferida vuelve a tener razón: esto da pena…. Y aquí, Al Sur del Edén, todos tan contentos.