Puede que, al final, este 2020 haya tenido algunas cosas buenas. Una de ellas, sin duda, es el nacimiento de una nueva marca de calzado casual desde Ceuta a manos de dos emprendedores ceutíes con grandes inquietudes por el mundo de la moda.
Han decidido comenzar su idea por los pies creando una marca de calzado informal bajo el nombre de Wolfgang, una marca que va camino de convertirse en un insignia para el público millenial que se acoge al socorrido concepto de “arreglado pero informal”; en el caso de esta marca, vendiendo solo calzado, de momento, porque ya tienen pensada una línea de sudaderas y camisetas para la temporada de primavera -verano de este mismo año.
Valiente como un lobo, traducción literal de la palabra alemana Wolfgang, hace ya referencia al carácter emprendedor de sus creadores. El diseño de los prototipos ha surgido de su propia creatividad: la utilización de colores y materiales reciclados, así como la fabricación artesanal realizada desde Elche, son sus señas inequívocas de identidad. “La idea surge de una necesidad, unas zapatillas que se puedan poner con todo tipo de ropa, que combinen con la mayoría de lo que tenemos en el armario, que sean básicas pero no aburridas” afirman desde Wolfgang, que añade la próxima inclusión de más productos a la marca, aún en la antesala de producción.
“Después de muchas modificaciones y mejoras en nuestras zapatillas y pocos días antes de lanzar nuestra primera colección, apareció la conocida Covid-19. La pandemia nos sorprendió retrasando todo nuestro esfuerzo. Sin embargo, nuestra idea seguía en pie. Aunque demoramos la fecha de lanzamiento varias veces, finalmente logramos salir al mercado. Esta es la historia de cómo comenzamos a dar forma a este ambicioso proyecto”, exponen con más detalle.
Ambos emprendedores han iniciado este camino solos, visitando ferias del sector como la de Oporto, donde han contactado con fabricantes y han podido estudiar la fusión entre las tendencias del diseño y el producto que ellos querían fabricar. Tras varias pruebas, perfilaron lo que hoy son los cinco cuidados modelos que Wolfgang lanza al mercado del sector del calzado y que ya cuenta con varios influencers seguidores de la marca: Manhattan, Gobi, Amazonia, Jodhpur y Marrakech.
Su público se sitúa entre los 20 y los 35 años, es su cliente objetivo de preferencia, aunque de forma general es todo aquel que esté interesado en la moda y en este tipo de calzado más desenfadado. “Nuestro público ronda esa edad, y tiene unos intereses comunes de gusto por la moda, además de un espíritu viajero y animado”, apostillan, “es importante que el cliente se sienta identificado con los valores que hemos querido inculcar a la marca”, añaden.
Wolfgang nace con un espíritu joven, desenfadado y fuertemente influenciado por el entorno digital. Actualmente la venta se realiza casi por completo desde su página web, wolfgangbrand.es aunque es su deseo contar con puntos físicos de venta en todo el país y de forma inminente, uno de ellos estará en Ceuta.
Sus canales de comunicación fundamentales se basan en su propia web y en las redes sociales de Facebook y, sobre todo, Instagram (wolfgangbrandofficial).
“El comienzo, por supuesto, no fue nada fácil. Después de muchos correos, llamadas, viajes, visitas a muchas fábricas que nos rechazaron por no llegar a la mínima producción, por no creer en nuestro proyecto ... finalmente pudimos conseguir la colaboración de una familia de artesanos con una larga trayectoria en el mundo del calzado. Entonces, decidimos comenzar con nuestro primer diseño. De hecho, buscábamos zapatos que fueran de uso diario, cómodos, atemporales y sobre todo sencillos, pero no aburridos” dicen sus creadores desde su propia web.
Compromisos de la marca
Wolfgang tiene compromisos muy claros, uno de ellos es con el medio ambiente. A Wolfgang le importa el planeta y es por este motivo que se compromete con su protección durante el proceso de producción; gran parte de sus productos están fabricados con materiales reciclados de primera calidad, así como el uso de energías renovables en el proceso de fabricación. De hecho, para la marca, es un reto seguir implementando todas las medidas necesarias para mejorar el entorno y contribuir en todo lo posible a favorecer al planeta.
Otro de sus pilares es la fabricación artesanal de sus productos, velando, además, por unas buenas condiciones laborales y la apuesta por el producto local. Wolfgang cuenta con experimentados artesanos que ponen el máximo esmero en la fabricación de los productos.