El waterpolo no para ni en verano, siempre ha sido una dinámica para el CN Caballa, y aunque en este tiempo de pandemia iba a ser más complicado el club se reinventa.
La piscina tiene limitación de aforo y por lo tanto iba a ser más difícil entrenar, así que pidieron permiso a “Costas” para entrenar y se lo concedieron.
Ahora el campo de waterpolo se encuentra en pleno mar, concretamente en la playa de la Ribera a unos 20 metros de la orilla. La distancia es apropiada para que los jugadores naden y tengan las dimensiones adecuadas para practicar este deporte.
De momento, comenzaron esta semana con las sesiones de trabajo y les está viniendo francamente bien. Trabajan la natación, la fuerza, la táctica y la técnica y sobre todo siguen la forma física.
El waterpolo se reinventa y lo ha hecho lanzándose al agua del mar. Aunque lo más difícil es controlar la marea, el resto es igual que en la piscina del club.
“Intentamos mantener la forma y qué mejor manera de hacerlo que entrenando”, señala Sergio Aguilera.
La competición se paralizó en el mes de marzo, debido a la aparición de la pandemia por coronavirus y desde entonces los jugadores comenzaron a ejercitarse en sus propios domicilios. Posteriormente, con el permiso para poder entrenar, se metieron en el agua de la piscina del CN Caballa y ahora lo hacen en el mar de la playa de la Ribera.
Un club que mantiene su dinámica de entrenos, a pesar de no haber competición. Se espera que en el mes de octubre pueda regresar el equipo absoluto, pero habrá que confiar en lo que decida la Federación Española de natación.
El CN Caballa seguirá una temporada más en 1ª División Nacional, después de que ningún equipo descendiera de categoría. Esta campaña espera mejorar los registros y lograr de nuevo la salvación.