Vox-Ceuta ha denunciado la existencia de una campaña de “cerco, acoso, hostigamiento político y mediático” contra ellos que se produce
pleno a pleno. Dicen que están siendo objeto de una “verdadera orquestada y profundamente antidemocrática persecución política por parte del gobierno del
PP, de su
presidente Juan Vivas y alentada por sus socios de gobierno de la ultraizquierda promarroquí”, que puede apreciar cualquier ciudadano que siga las sesiones plenarias, para ver “cómo se provoca e insulta” a los miembros de Vox con “comentarios ridículos, insultos y mofas para impedir que pongamos de relieve nuestra denuncia sobre la gestión del
gobierno del PP durante 20 años”. El presidente en Ceuta de la formación, Juan Sergio Redondo, ha denunciado que se insulta continuamente a su formación haciendo uso de términos como “ultraderechistas, fascistas, xenófobos o racistas”. “Tenemos que aguantar estoicamente estos insultos” y cuando “nuestro portavoz se defiende es interrumpido en el turno de palabra por el presidente Juan Vivas” del que, dicen, actúa de manera “dictatorial” haciendo un uso particular del reglamento, del turno de palabra y del acta “para que no recoja lo que dice nuestro grupo parlamentario”, medida que no adopta con lo dicha por otras formaciones. “El presidente hace gala del desprecio más absoluto del reglamento, está situado y aposentado en la mentira, llegando a pervertir el día de Ceuta para dar mítines políticos para criminalizar a Vox”, ha insistido Redondo, que denuncia que lo que pretende el gobierno y las demás formaciones es, “de manera desesperada, desviar la atención de los asuntos que denuncia Vox” en una “ciudad en crisis, marroquinizada, colapsada social, política y económicamente”. Vox acusa a todos los demás que no son ellos de ser los culpables del estado de crispación que se vive en la Asamblea y que precisamente ha aparecido cuando Vox ha obtenido representación. “Tenemos que aguantar insultos cuando ni siquiera intervenimos”, ha expuesto, en relación a la interpelación de
MDyC en la que el diputado Youssef Mebroud se refirió a Santiago Abascal como “nazi”.
La formación ha repetido en varias ocasiones que tienen que aguantar todo tipo de insultos que están orientados a impedir que denuncien los problemas que hay en Ceuta, aunque curiosamente sus propuestas son siempre las mismas y tratan sobre el mismo asunto: menores, subvenciones o inmigración. Dice que hay medios de comunicación que tergiversan su discurso y no han querido decir quien es un medio al que han comparado con EGIN porque les pone en el disparadero.
Sobre la repatriación de los menores
Por otro lado, Vox-Ceuta ha denunciado la “desastrosa gestión” del Gobierno de la Nación en las repatriaciones de los menores marroquíes que entraron en la ciudad el pasado mayo, recordando que seguirá insistiendo en una modificación de la legislación que permita la devolución de adultos y menores que accedan irregularmente por nuestras fronteras y que sirva para “hacer frente a la presión que Marruecos ejerce en Ceuta y Melilla haciendo uso de sus propios menores”, ha criticado. Según Vox, el Gobierno central conocía las cláusulas del acuerdo y la legislación en materia de menores que aplicó para avalar la devolución que comenzó el 13 de agosto y que duró solo tres jornadas consecutivas. Más de tres de meses después de haber entrado, ni la Delegación ni la Ciudad Autónoma han preparado los expedientes de expulsión correspondientes a cada uno de los casos, “permitiendo una avalancha de denuncias que han paralizado las repatriaciones”. Según la formación con ese trabajo se ha provocado todo lo contrario: que no se devuelvan los menores, “obligando a los ceutíes a apechugar con la situación” habiendo utilizado “la excusa de la judicialización del proceso”.