El visionado del cortometraje 'Votamos', candidato al premio Goya, trae a colación un argumento sobre la persistencia del estigma hacia las personas con problemas de salud mental.
Si intentamos hacer una lectura de los circuitos de información sobre salud mental en la sociedad de masas, nos encontraremos con un profundo vacío. Las circunstancias conexas a la salud mental no forman parte de la realidad pensable.
A falta de un mensaje que le dé forma a esa experiencia deseable que es el disfrute de la salud mental, y a las expectativas vitales de las personas afectadas por un problema de esta índole, perviven en el ambiente un batiburrillo de ideas preconcebidas que nos ponen en el plano de la exclusión.
La idea predominante es aquella que identifica a la persona con problemas de salud mental como un individuo conflictivo, y con propensión a la violencia.
Este juicio no nace de un proceso deliberativo, o del contraste de diversas fuentes, sino que se trata de una cómoda interpretación de la realidad, donde el argumento es sustituido por una perniciosa visceralidad.
El resultado es el estigma más desgarrador, y en el corto, la comunidad de vecinos decide que hay que votar. La opinión del vecindario es que a las personas con problemas de salud mental es mejor tenerlas lejos.
Entonces, la confusión se abre paso, hasta que aparece un testimonio liberador que la compensa, y nos devuelve a la esperanza. La esperanza es un sueño que lucha por existir: desarrollar un proyecto de vida independiente, acogido por la comunidad.
Si buscamos en la conciencia, veremos que este es un derecho natural, una aspiración de toda persona, que nos acompaña desde el nacimiento, y que nos hace iguales. Cada persona tiene un sueño, eso sí, pero todas necesitamos soñar.
Como digo, para arrancar esa mala hierba que es el estigma es vital que entre en circulación un sistema de pensamiento alternativo que modifique la actitud colectiva de rechazo. Y en esto, tienen la máxima responsabilidad los medios de comunicación, sobre todo los audiovisuales, que tienen mayor penetración.
Es así que agradecemos a los creadores de 'Votamos' que bajen al barro de la sinrazón para dibujar una imagen colectiva que debiera ser la de todos. Los problemas de salud mental son un fenómeno natural, pues todas las personas somos vulnerables, y toda vez ocurren, existe un camino para progresar.
Para que una información sea considerada como conocimiento debe someterse al escrutinio de la razón. Solo así lograremos el efecto último del entendimiento, y de ahí a la inclusión.
El estigma se reproduce en el silencio, por eso debemos aumentar la calidad de nuestros juicios. En esto, todos y todas, somos agentes de la dignidad, pues de nuestro comportamiento surgirá una nueva realidad social.
La votación de esa comunidad de vecinos es un espejo donde podemos mirarnos, y sentir la vergüenza de un instinto inmaduro. Si la idea del rechazo no nos representa es hora de reaccionar, es hora de reflexionar.
El Grupo Parlamentario Vox ha explicado que en el próximo pleno de la Asamblea de…
Buenas noticias para los vecinos de Ceuta que estén pensando en comprar un coche eléctrico. La…
Con el adviento a la vuelta de la esquina, en Ceuta ya está todo listo…
El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) va a interpelar en la próxima…
"Debemos estar preparados, especialmente las administraciones, para responder ante una situación de emergencia”. Así argumenta…
Sus arrugas son el escaparate del paso del tiempo y de las dificultades que las…