El regreso a las restricciones, una opción inviable con la nueva epidemiología del virus

A partir de este lunes los asintomáticos y las personas que presenten síntomas leves de covid no tendrán que practicarse una prueba diagnóstica ni tampoco aislarse. Esto como parte de las decisiones más recientes que ha tomado la Comisión de Salud Pública en función de los últimos datos de la pandemia. La jefa del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación de Ceuta, Ana Rivas, explica que es la nueva epidemiología del virus la que permite adaptarse y tomar decisiones como, por ejemplo, “que no sea necesario aislar a todo el mundo”.

Recuerda que esto fue lo que se acordó en la ponencia con el propósito de implementar la nueva estrategia y responde a que los indicadores hospitalarios están en riesgo bajo en más de la mitad de las comunidades, destacando que existe una excepción con un dato en particular, y es el de la tendencia descendente durante 15 días que está justo al límite. “Es verdad que en algunas comunidades ha habido un pequeño punto de inflexión, pero no se ha consolidado”, dice.

Rivas argumenta el cambio de estrategia a lo que ha podido observarse y evaluarse a partir de la sexta ola, “en la que hubo muchísimos casos, una incidencia exagerada, pero en la que no fue correlativa la hospitalización, tanto convencional como de UCI”, señalando que efectivamente la vacunación ha funcionado y ha evitado no solo la hospitalización, sino también la hospitalización en la Unidad de Cuidados Intensivos, además de incidir en que la gran mayoría de los casos hayan sido leves o asintomáticos.

Algo importante a destacar es que no hay que abandonar las medidas preventivas

En lo que respecta a las limitaciones que formaron parte de la estrategia inicial pero que ya se han ido minimizando, atendiendo a lo que han estado reflejando los indicadores, Rivas señala que en definitiva “es impensable volver a restricciones que se hicieron en el pasado”, refiriéndose tanto al confinamiento total de la población, como al cierre de locales y reducción de aforos, asegurando que ya no es necesario por las actuales características de los casos.

Recalca que todas las comunidades y las dos ciudades autónomas tomaron una decisión de manera consensuada: dirigir la vigilancia a los vulnerables, incluyendo los mayores de 60 años, las mujeres embarazadas, los pacientes inmunodeprimidos y aquellos que viven, acuden o trabajan en un ámbito que debe ser objeto de atención (centros sanitarios asistenciales y centros sociosanitarios). “El cambio de la estrategia va hacia ese punto, a realizar una prueba diagnóstica a personas que pertenecen a ámbitos vulnerables o colectivos vulnerables, además de cualquier persona que presente un cuadro de infección respiratoria aguda que requiera un ingreso hospitalario”, destaca. Indica que las personas que trabajan en estos ámbitos vulnerables y sean diagnosticadas como casos positivos tienen que estar cinco días sin ir a trabajar.

Rivas agrega además que se añadió otro grupo, la población migrante de reciente llegada a España que haya estado en los últimos 14 días en una región en la que circule una variante de interés o de preocupación que no haya circulado antes en el territorio español. Sin embargo, aclara que “la población migrante no es que sea vulnerable por términos de salud, sino por proceder de países con coberturas de vacunación que desconocemos y porque no sabemos qué variantes puedan estar circulando en esos países”.

Algo importante que hay que tomar en cuenta y en lo que insiste Rivas es que a pesar del cambio de estrategia, no hay que abandonar las medidas preventivas. “A cualquier persona que tenga síntomas, pertenezca o no al ámbito vulnerable, se le aconseja que durante los diez días posteriores del inicio de los síntomas, extreme las precauciones, reduzca las interacciones sociales, utilice de una manera constante la mascarilla, realice la higiene de manos, y sobre todo que evite el contacto con vulnerables”.

Sobre las mascarillas en particular, señala que es un asunto que se sigue trabajando, discutiendo y evaluando. “El viernes, en la ponencia, ese fue uno de los temas, cuál será el futuro de las mascarillas, que no puede ser un futuro general, sino que irá determinado por ambientes exteriores y dentro en ambientes interiores será diferente: centros educativos, residencias, teatros y cines, eventos”.

Explica que lo que se está estudiando es precisamente cómo esta nueva estrategia puede adaptarse al comportamiento de los casos, si se mantiene o sube la incidencia de los mayores de 60 años, cómo está la ocupación hospitalaria y de UCI, “y en base a eso se modificará en un futuro la política de mascarillas a nivel general, previo acuerdo con las comunidades y ciudades autónomas”.

Una nueva estrategia sin “sobrecarga informativa”

Rivas también menciona la estrategia informativa, que va de la mano con la estrategia de vigilancia. Esto a propósito del reciente anuncio del Gobierno de la Ciudad, que no publicará a diario los datos de evolución de la pandemia, sino dos veces por semana, tal y como lo había anunciado a principios de marzo la ministra de Sanidad, Carolina Darias. “Tenemos que ir todos a una y si el ministerio lo ha considerado conveniente, nosotros también las comunidades y ciudades autónomas”, acota Rivas asegurando que “ya no es necesario esa sobrecarga informativa diaria, con dos días en la semana es más que suficiente para que la población esté informada”.

Los resultados de este nuevo abordaje de la pandemia permitirán evaluar cómo inciden en ella otros parámetros, “y nos adaptaremos a lo que venga como llevamos haciendo hace dos años”. Asimismo, Rivas informa sobre la creación de un grupo de trabajo, dentro de la ponencia, cuyo objetivo es “evaluar el seguimiento de indicadores hospitalarios y proponer medidas adicionales, si la evolución de la pandemia no es buena”.

Los centros educativos “no son centros vulnerables”

Finalizando esta semana, se habló de que el repunte de casos de coronavirus tenía su reflejo en la incidencia de la enfermedad en la comunidad educativa de Ceuta. La Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), a través de la Delegación del Gobierno, cifró en 78 personas los positivos por COVID-19 en los colegios e institutos de la ciudad autónoma.

Sin embargo, con respecto a los indicadores de los centros educativos, Rivas asegura que desde el 10 de enero de este año, fecha en la que se incorporaron los niños, si bien en principio se registraron brotes, esta situación fue mermando hasta no existir ninguno significativo, “con lo cual no son un ámbito vulnerable”. Insiste en que los niños no son vulnerables solo por ser niños, a menos que se hable de un menor inmunodeprimido, por este motivo los centros educativos “no se consideran centros vulnerables”.

Medidas publicadas en el último BOCCE extraordinario

Este lunes 28 de marzo se ha publicado a través de la web de la Ciudad de Ceuta un BOCCE Extraordinario que detalla las nuevas medidas a nivel oficial. Medidas que, indica, tienen una validez de 15 días aunque se puede "prorrogar si la situación se mantiene o en caso contrario hasta que las autoridades sanitarias, previo informe favorable de los Servicios de Prevención y Promoción de la Salud, teniendo en cuenta la situación epidemiológica y de propagación del virus COVID-19, decidan su modificación previo acto administrativo de igual rango jerárquico".

Consulta el BOCCE Extraordinario del 28 de marzo de 2022

El BOCCE contiene dos decretos. Por un lado el decreto "por el que se aprueban las nuevas medidas sanitarias preventivas para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19" y, por otro, el decreto "por el que se aprueba el nuevo protocolo para casos positivos de Covid-19". El tercer punto de este segundo decreto es el que contiene la variación respecto al aislamiento: "En la población general, los casos confirmados leves o asintomáticos no realizarán aislamiento. Deberán reducir las interacciones sociales, adoptar las medidas preventivas como utilización constante de mascarilla en todos los ámbitos, adecuada higiene de manos y evitar el contacto con personas vulnerables, durante los diez días posteriores al inicio de síntomas o al diagnóstico en caso de personas asintomáticas".