Muchos de nosotros estamos volviendo a nuestro trabajo y nuestra realidad a veces se nos hace difícil.
En esta época escuchamos hablar del Síndrome postvacacional y quizás nos preguntamos si eso es lo que me está pasando.
Este síndrome en realidad es el estado que se produce en el trabajador al fracasar el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones con la vuelta a la vida activa, donde se producen molestias que nos hacen responder a nuestras actividades rutinarias con un menor rendimiento.
Afecta mayoritariamente a personas menores de 45 años. Pero también puede afectar a niños, después de unas largas vacaciones, aunque es raro porque a la mayoría de niños le gusta ir al colegio y jugar con sus amigos.
Los síntomas pueden ser tanto físicos (cansancio generalizado, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito o de concentración) como psíquicos (irritabilidad, tristeza, falta de interés o nerviosismo…)
Algunas pautas para minimizar este síndrome son:
¿Cómo minimizar este síndrome?
- No alargar las vacaciones hasta el día anterior de empezar a trabajar para intentar adaptarse a la rutina, sueño, comida y hábitos diarios anteriores a las vacaciones.
- Realizar alguna actividad de ocio que nos haga sentir bien.
- Algo de deporte puede ayudar a manejar los primeros días de estrés y fatiga al volver al trabajo. (hay que recordar que el deporte libera endorfinas, la hormona de la felicidad, que evita la depresión)
- Empezar de manera gradual el trabajo. Intentar realizar las tareas más agradables prioritariamente.
- Descansar de vez en cuando o utilizar los descansos del desayuno y comida para realizar alguna actividad agradable (hablar con los compañeros, llamar a algún familiar o amigo)
- Mantener una actitud proactiva y positiva en el trabajo.
Con estas pautas conseguiremos adaptarnos con mayor facilidad a la vuelta al trabajo.