La Consejería de Fomento prevé desarrollar durante los próximos años, ya con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor, una política de vivienda basada en dos pilares. Por un lado en la concesión de ayudas para la adquisición de casas de promoción privada y por otro en la puesta a disposición del sector suelo público a través de la cesión de derechos con precios de enajenación o alquiler tasados.
El Ejecutivo local confía en que se pueda levantar cerca de medio millar de viviendas solamente a través de la segunda vía, para la que ya están señaladas varias parcelas tanto en el centro como en las barriadas de la periferia.
Además, la Ciudad ha empezado a trabajar en grandes operaciones como las que debería posibilitar la cesión por parte del Ministerio de Defensa de los acuartelamientos de Fuentes Pila y Coronel Fiscer, en los que se podrá ejecutar buena parte del desarrollo a medio plazo de Ceuta en el primer cinturón del extrarradio.
La falta y carestía de la vivienda en la ciudad es un elemento que también condiciona el arraigo de la población. Con precios equiparables a los de las grandes capitales de la península, la administración local y la del Estado están obligadas a articular con las herramientas de las que se han dotado una política eficaz para, poniendo más casas en el mercado, intentar hacerlas más asequibles para el conjunto de la población.
Por esa vía también será más sencillo contener la proliferación de construcciones irregulares.
Para coadyuvar a los objetivos expuestos por la consejería competente es preciso que Defensa acelere todo lo posible la cesión comprometida de terrenos con un horizonte fijado en 2030 que se antoja demasiado lejano y que Sepes despeje también la realización de promociones como la atascada en Loma Colmenar.