Vivas receta "unidad" para dar "seguridad, estabilidad, prosperidad y cohesión" a Ceuta

Dicen que cuando hay amor no hace falta pedir perdón. Al “amor a Ceuta” y a España ha apelado este martes el presidente del Ejecutivo local, Juan Vivas, para marcar sin rubor la senda del acuerdo y el entendimiento entre diferentes como la mejor, la única, manera de darle a la ciudad un porvenir de “seguridad, estabilidad, prosperidad y cohesión social”, una tarea “apasionante” que ha sustanciado su intervención inicial en el Debate sobre el Estado de la Ciudad.

La Sesión Plenaria con mayor carga política del año, la última de esta naturaleza de la legislatura, ha dado a Vivas la oportunidad para reafirmarse en su apuesta por el consenso. El futuro de Ceuta, ha advertido, “solamente” se podrá construir “desde el acuerdo”. “Lo digo por experiencia”, ha asumido el líder del PP al que tachan de débil por dialogar: “El acuerdo ha sido la base con la que hemos alcanzado objetivos e hitos históricos en el ámbito de la fiscalidad, la suficiencia financiera de la institución, la renovación de infraestructuras, el reconocimiento institucional…”, ha recordado los grandes pactos alcanzados con el PSOE a nivel nacional pese a que “el tiempo pasa y lo devora todo”.

Vivas se ha remitido al “episodio” de mayo del año pasado, la gran crisis migratoria que puso a Ceuta “al borde del abismo”; a la pandemia y a la escalada de violencia que ha seguido a la muerte de un joven de 16 años hace menos de dos semanas en el Príncipe para recetar “unidad, responsabilidad, lealtad institucional y sentido de Estado” como brújulas.

También para alcanzar los grandes retos de futuro que ha señalado sin pretender ser exhaustivo: “Necesitamos una administración del Estado más presente y vigorosa en Justicia, Seguridad, Defensa, Educación, Sanidad, Empleo, Vivienda… Más medios y dotaciones, mejores equipamientos y las revisiones normativas que sean necesarias para hacer atractivo nuestro destino y arraigar a la población, pero también sectores económicos con capacidad para generar empleo con nuestros beneficios fiscales, la integración en la Unión Aduanera manteniendo los aspectos fundamentales del REF, un tratamiento en la UE equiparable al de las regiones ultraperiféricas y que la frontera funcione con personas y mercancías sin la excepción de Schengen y con aduana”, ha enumerado.

Lo mismo para “culminar los proyectos en curso para renovar y mejorar las infraestructuras y servicios que son competencia de la Ciudad, confirmar y ejecutar el cable eléctrico submarino, abaratar las comunicaciones, agilizar la concesión de licencias de obras, intensificar los esfuerzos en favor de la inclusión social y la inserción laboral y una gestión eficaz de los fondos europeos de recuperación y estructurales”, ha añadido.

“Se trata de una tarea muy exigente, compleja y difícil que solamente se podrá llevar a cabo desde el acuerdo”, ha alertado el presidente, que no ha mencionado por su nombre ni una sola vez a la “excepción” ultraderechista que ha roto los grandes pactos de los últimos doce meses, incluso la declaración institucional alrededor de la inquebrantable españolidad de Ceuta que se firmó en plena crisis de mayo de 2021.

Vivas ha elogiado la “entereza, madurez y serenidad” con la que el pueblo caballa lidió aquellos días con el miedo y ha vuelto a alabar el comportamiento del Gobierno central para “parar el golpe” y, después, “poner en marcha mecanismos eficaces a los fines pretendidos: incorporación de Ceuta a la Estrategia de Seguridad Nacional, el Plan Estratégico Integral que contempla y la nueva etapa de relaciones con Marruecos, un acuerdo que valoramos de manera positiva sin complejos porque significa el compromiso de no llevar a cabo acciones unilaterales que puedan perjudicar el clima de confianza recíproca al que se aspira, que no vuelva a pasar lo de mayo y que la frontera funcione como tal, como europea”.

“Tranquilidad y confianza, ningún miedo: nuestra españolidad está garantizada con independencia del color político del Gobierno de la Nación”, ha dejado claro el presidente, que cree que en aquellos momentos hubo que “elegir entre unidad y división, lealtad o confrontación, responsabilidad u oportunismo, sentido de Estado o interés partidista”. “La mayoría hicimos lo que teníamos que hacer”, se ha congratulado.

“Elegimos el camino adecuado, pero la obra no está terminada: queda mucha tarea por delante y este es el camino, apostar por Ceuta, que es una cuestión de Estado porque la vulnerabilidad, amenazas, riesgos y exigencias precisan de acciones de Estado, de todos, al margen de colores políticos”, ha reiterado.

A la unidad ha apelado también para acabar con la violencia desatada por el crimen de Ibrahim, que ha “condenado” sin paliativos: “No nos vamos a escudar en competencias para decir que este no es nuestro problema y nos implicamos como siempre con independencia del color político del Gobierno de la Nación: con respaldo a nuestros magníficos policías que ganarán esta batalla, demandando a quien puede y debe darlo un refuerzo de medios y capacidades, actuando unidos desde la responsabilidad sin intentar sacar ventaja partidista con un asunto de tanta trascendencia”, ha resumido.