Vivas ‘entona’ una despedida política con el plan claro de salvar el futuro de Ceuta

“Cuando estoy en la despedida no busco sacar rédito ni en lo político ni en lo personal. Lo hice lo mejor que pude”. Sin duda esta ha sido la frase que ha venido a definir el sentimiento real del presidente de Ceuta, Juan Vivas, que este sábado ha comparecido ante los medios de comunicación tras su intervención en el pleno de la Comisión General de Comunidades Autónomas celebrada el jueves en el Senado. Un presidente que sabe que agota cartuchos en su telegrafiada despedida política y que tiene claro que no se irá sin haber intentado que los problemas vitales que sufre Ceuta y que marcan sin duda su destino tengan alguna respuesta por parte del Gobierno de la Nación.

Son tiempos complicados, de incertidumbre. Tiempos marcados por una clara hoja de ruta de Marruecos, consistente en la asfixia a todo tránsito fronterizo sobre una Ceuta que se encuentra en sus peores tiempos, con una duplicidad de crisis: la sanitaria y la que empezó a dibujar meses atrás el país vecino. Vivas ha confesado que meditó muy mucho lo de acudir al foro del Senado, pero “debíamos estar allí. En el momento más dramático que vive España, Ceuta no podía faltar para manifestar en nombre de todos los ceutíes nuestro dolor, sentimiento compartido y solidaridad. Era una oportunidad de defender a Ceuta, en un foro así. Teníamos que estar”, ha sostenido, evitando en todo momento críticas políticas o sentimientos partidistas.

“No íbamos a defender a un partido concreto, sino a todos los ceutíes independientemente de su manera de pensar. Hacerlo de forma reivindicativa y constructiva, siendo objetivos, reivindicativos y hablando en nombre de todos los ceutíes. Me sentí satisfecho”, ha indicado.

Vivas ha insistido en que las consecuencias devastadoras derivadas de la crisis del coronavirus tienen en Ceuta un plus extra “porque quien debía y podía, es decir el Gobierno de la Nación, no dio la respuesta debida en asuntos vitales para Ceuta” en su momento. “Y me baso en hechos”, ha apuntillado, “porque desde el pasado verano se produce una llegada masiva de inmigrantes marroquíes que han desbordado las capacidades de nuestra ciudad. A las muchas peticiones de auxilio al Gobierno de la Nación hasta ahora la respuesta ha sido ninguna”, ha indicado.

Una crisis migratoria con cargas a la Ciudad

Llegada la crisis del coronavirus, el Mando Único ordenó a la Ciudad hacerse cargo del confinamiento de los inmigrantes, descargando por tanto el Estado “su responsabilidad en la Ciudad y por ello el 75% de recursos destinados para emergencia social y sanitaria se ha invertido en temas de inmigración cuando es una competencia del Estado”. Y esto es grave cuando ya de por sí Ceuta ofrecía unas estadísticas lamentables, con el desplome de un 40% del volumen de negocio derivado del bloqueo marroquí.

Vivas ha recordado que en una decisión inexplicable, siendo el único territorio de España con el que se ha hecho esto, el Gobierno decidió no atender a Ceuta en las transferencias comprometidas del año 2019 mientras que en este 2020 es una incógnita lo que va a pasar. “Cuando más necesario son los recursos, también los ordinarios, se perjudica. La ciudad se pone en una situación difícil. Recibimos un trato distinto a otras comunidades en casos similares, lo que acentúa nuestro malestar”, ha sentenciado el presidente.

Vivas lanza un mensaje claro al Gobierno. Lo dijo en el Senado y lo ha repetido este sábado: “Debe rectificar este comportamiento, lo digo con humildad y firmeza. Ceuta no se merece ese trato. No hay tantos lugares en España en donde las cosas sean tan complicadas, nos sentimos asediados y con extrema vulnerabilidad. Eso debe tenerse en cuenta a la hora de dejar claro a qué se le da prioridad. No es solo un deber moral sino que es un deber constitucional. Pedí que se impulsara un modelo económico de ciudad basado en más Europa y más España, sin que dependamos de decisiones tomadas al otro lado de la frontera”.

Mensajes claros y nulas respuestas

Pero Ceuta, de momento, se encuentra igual. Como una Cenicienta que nunca termina de leer el final del cuento. Con una carga migratoria que, ha insistido, es inaudita y a la que no se le hizo caso cuando, antes de la crisis del coronavirus, se pedía atención. “Es el momento de que el Estado asuma la presión migratoria, que es también de los marroquíes; debe ser de Estado sin dejarlo descargar en las débiles espaldas de la Ciudad. Que se nos pague lo que se nos debe, la subvención del agua del 2019, los gastos de la frontera y hay que despejar la incógnita de cara al 2020. Ahora debe demostrar el Estado que está, no debe replegarse, se necesita potenciar su presencia en Defensa, Educación, Justicia, Sanidad, Seguridad… Lo he pedido de manera respetuosa y convencida”, recalcó Vivas.

Ante cualquier crítica a los tiempos pasados, a esa época en la que quien mandaba era el presidente Mariano Rajoy y lo que hizo el PP con Ceuta, Vivas ha tirado de números. Ha recordado que “de otoño a ahora, Ceuta está en una situación mucho más difícil con la llegada de inmigrantes, eso ha pasado en estos seis meses y no estaba el señor Rajoy. En ‘La Esperanza’ había 180 menores y ahora son 450, con entradas de 50 mensuales. Cuando Marruecos cierra la aduana comercial con Melilla no estaba el señor Rajoy, cuando rompe relaciones con Ceuta y la somete a un bloqueo, sin permitir ni el porteo ni turismo de ocio y compras, tampoco estaba el señor Rajoy. Y hubo llamadas de atención que culminaron en enero en una carta remitida al presidente del Gobierno que no ha tenido respuesta, y tampoco estaba el señor Rajoy”, ha zanjado.