La política, en mayúsculas, se hace a base de gestos. El encuentro mantenido en Rabat entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey de Marruecos, Mohamed VI, ha tenido cuantiosos guiños que aventuran un periodo de tranquilidad que repercutirá, directamente, en Ceuta. Es, al menos, a lo que aspira el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, a quien le resulta complicado olvidar aquella madrugada del 17 de mayo cuando comenzó a escribirse uno de los episodios más críticos vividos en esta tierra. Y le resulta complicado porque aquel intento de presión a España ‘jugando’ con la estabilidad de Ceuta marcó un antes y un después para todo. En esta entrevista concedida a El Faro de Ceuta, justo después de la cumbre de Rabat, Vivas se muestra esperanzado no ya por lo anunciado -al deslizarse la apertura de una aduana comercial- sino por los pasos que ahora deben darse para aprovechar lo que considera una “oportunidad histórica”.
–¿Qué balance hace de la cumbre de Rabat y del tono empleado por ambos dirigentes en lo que se dibuja como la nueva hoja de ruta para una buena relación entre España y Marruecos? Se ha llegado a hablar incluso de “hecho histórico”.
–Me acordé de la noche del 17 y 18 de mayo, de la angustia en la que Ceuta se vio sumida ante una situación de incertidumbre, me acordé de esa inquietud de estar al borde del abismo. Y lo hice por el cambio que supone el paso de aquella situación a esta que ahora vivimos.
–¿En qué sentido?
–Esa noche todos coincidimos en que aquello no era solo una crisis migratoria, sino algo más: era un intento de presionar a España y por ende a Europa a través de la estabilidad de Ceuta, era un intento de poner en jaque nuestra integridad territorial. Pasar de aquella noche a este clima de reconstrucción y confianza entre los dos países es algo relevante. Pensándolo desde la perspectiva de los ceutíes, nos importa tanto la tranquilidad como la garantía de nuestra integridad territorial y de nuestra soberanía. En ese sentido, es verdad que en la nueva etapa, en la declaración conjunta, no hay una mención expresa a la integridad territorial. Pero no la hay a la integridad territorial de Ceuta y Melilla, como tampoco hay ninguna mención expresa a la integridad territorial de España y tampoco ninguna de Marruecos. Por eso nosotros no debemos ir más allá, cuando se habla de integridad territorial de España debe darse por entendido que hablamos también de Ceuta, Melilla, Canarias y de todo el país. ¿Por qué vamos a generar desde España dudas en torno a un hecho que está absolutamente garantizado por nuestro ordenamiento jurídico?
Ademas, están las declaraciones efectuadas por el presidente del Gobierno tras la firma del documento. Hay una afirmación clara e inequívoca por parte del presidente acerca de que la integridad territorial, de que nuestra soberanía y la del resto de España, está garantizada por el marco constitucional y por el Estado, dando garantía absoluta respecto de nuestra integridad territorial y soberanía. No hay que ser muy experto en el ámbito de la diplomacia para darse cuenta de que hay un reconocimiento implícito a ese respeto, ya que en el punto tercero de la declaración se dice que se habla de establecer una normalización del tránsito fronterizo de personas y mercancías tanto terrestres como marítimas. Teniendo en cuenta que el único tránsito terrestre que hay es por Ceuta y Melilla, se está reconociendo de manera implícita el respeto a la integridad territorial de las dos ciudades.
Desde el horizonte de mayo hasta llegar a ahora, con una afirmación hecha en Marruecos por parte del presidente del Gobierno diciendo que está garantizada la integridad territorial y la soberanía de Ceuta y Melilla, diciendo que implícitamente esto se reconoce a la hora de llevar como objetivo la normalización de los tránsitos fronterizos, es un factor muy importante para la tranquilidad y futuro de todos los ceutíes.
–En esa misma declaración hay otra clave: la del compromiso a no recurrir más a decisiones unilaterales que generen recelos y desconfianzas... A no volver a la pesadilla de mayo.
–Para mayor abundamiento, yo creo que la alusión al hecho de mencionar expresamente el no recurrir a actos unilaterales que perjudiquen el clima de confianza recíproco establecido debe ser interpretado como una clara voluntad de que no vuelvan a repetirse episodios como los de mayo.
A esto agrego otra cosa: aquí hemos dicho que Ceuta tiene muchas posibilidades mirando al resto de España para consolidar un futuro económico, sólido y estable. Pero nunca hemos dicho que haya que renunciar a un marco de colaboración en beneficio de la prosperidad con el vecino reino de Marruecos. Esto está en el ámbito de lo que se transmite en el acuerdo y declaraciones posteriores.
"La alusión a no recurrir a actos unilaterales es una voluntad de que no pase lo de mayo"
–¿Qué valoración tiene sobre la mención específica de la recuperación de ese tránsito normalizado y regulado por la frontera?
–Yo que llevo muchos años en esto, creo que la aspiración de tener una frontera que funcione correctamente y una aduana comercial es de muchas décadas. Estamos en condiciones, habrá que trabajar ese objetivo, pero creo que en esta declaración se establece de manera clara ese fin de una frontera ordenada y controlada para el tránsito de personas y con una aduana comercial.
Hay tres aspectos capitales a tener en cuenta. Uno, el reconocimiento de la garantía de la integridad territorial por parte del Estado en el marco constitucional; dos, el objetivo de tener una frontera ordenada y controlada para el tránsito de personas y con una aduana comercial y tres, que no se vuelvan a repetir episodios como el vivido en el mes de mayo. Son tres elementos para que nuestra valoración sea positiva.
Queda mucho por hacer, pero esto es el punto de arranque y marca los objetivos y la hoja de ruta a seguir que ahora hay que llenarla de contenidos, hay que hablar de plazos, de medidas... y en esto estamos.
–Mientras, persisten esas voces que aluden a que no se respeta la españolidad de Ceuta y Melilla...
–Desde mayo hasta aquí hemos estado en el escaparate nacional no sé en cuantas comparecencias, en debates en el ámbito parlamentario nacional, en medios de comunicación… Nadie duda en el resto de España, ni en el Parlamento ni en medios de comunicación, salvo opiniones marginales, de la españolidad de Ceuta y Melilla y eso es lo que nos tiene que importar. Es un avance notable a lo que se une que estamos en la Estrategia de Seguridad Nacional y el acuerdo del Parlamento Europeo de afirmación de nuestro carácter europeo. En mayo lo pasamos muy mal pero hoy, en lo fundamental, en lo que hace referencia a nuestra soberanía, integridad territorial y tranquilidad de los ceutíes, estamos mucho mejor de lo que estábamos incluso antes de mayo.
Todas las opiniones que se hagan son válidas, pero hay que vivir en Ceuta y Melilla para saber calibrar de una manera justa lo que significa todo esto.
"Las mercancías solo pueden pasar por expedición comercial o régimen de viajeros"
–No se ha utilizado en concreto el término aduana comercial, ¿lo interpreta así o cabe apreciar que solo se habla de una mera regulación fronteriza sin que se alcance esa aspiración de años en Ceuta?
–Hay dos palabras que son claves en la declaración: una es la de normalización, que las cosas se tienen que llevar a cabo de acuerdo con una norma, de acuerdo con la ley. No estoy pensando en la vuelta al porteo, eso sería negativo. Normalización significa aplicación de la norma en cualquier frontera o en cualquier aduana. Luego, cuando se habla de controles de personas habrá que ver cómo se hace, se está planteando como un objetivo que habrá que concretar, que debe ser compartido de manera política con el país vecino. En las mercancías se habla de aduana. Solo pueden pasar por expedición comercial o en régimen de viajeros. Ahora depende de lo que hagamos, lo podemos rematar bien o hacer fatal. Estoy convencido de que podemos hacerlo bien, pero esto va a exigir trabajo, estudio, análisis y generosidad política porque estamos ante una oportunidad como pocas veces se presenta.
Esto viene además acompañado del Plan integral o estratégico, de la aplicación de fondos europeos para la recuperación, del desarrollo que está teniendo en Ceuta el sector tecnológico que es algo absolutamente evidente, y de una apuesta de futuro tan categórica por parte del Estado como va a ser el establecimiento del cable eléctrico que se anuncia el próximo día 21. Ponga todo esto en la mesa y estamos ante un momento relevante para el futuro de Ceuta.
Antes de fin de año habrá una Reunión de Alto Nivel para analizar los avances alcanzados
Pedro Sánchez y Mohamed VI deberán nombrar en tres meses a los integrantes del comité que se encargará de “poner en práctica” la nueva “hoja de ruta” entre ambos países, que celebrarán una Reunión de Alto Nivel antes de que termine 2022.
El “nuevo partenariado” se basa en 16 puntos, el primero el reconocimiento por parte de España de “la importancia de la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos” y de su propuesta de autonomía para esa región “como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo”.
A partir de ahí, Madrid y Rabat se han comprometido a tratar los temas de interés común a partir de ahora “con espíritu de confianza, a través de la concertación y sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados”. La “plena normalización de la circulación de personas y de mercancías” se restablecerá y ampliará al Tarajal “de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”.
Las conexiones marítimas de pasajeros se retomarán “de manera inmediata y gradual” y se iniciarán los preparativos para la Operación Paso del Estrecho 2022.
También “se reactivará el grupo de trabajo sobre delimitación de espacios marítimos en la fachada atlántica” y se iniciarán conversaciones sobre la gestión de los espacios aéreos respectivos, avanzando en este campo.
La cooperación en el ámbito de la migración “se relanzará y reforzará” con el objetivo de presentarla al mundo como “ejemplar en beneficio de un enfoque global y equilibrado del fenómeno”.
En paralelo, “se reactivará la cooperación sectorial en todos los ámbitos de interés común (económico, comercial, energético, industrial y cultural, entre otros), aunque “la facilitación de los intercambios económicos y las conexiones entre los dos países será objeto de una próxima reunión”.
En el ámbito de la educación, la Formación Profesional y la Superior serán “prioritarias” en esta nueva etapa a través de un grupo de trabajo, como para “fortalecer la cooperación cultural”.
Además, los dos países iniciarán conversaciones para “actualizar” el Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación de 1991 “sobre la base de los principios, parámetros y prioridades que deben guiar las relaciones bilaterales en los años venideros.
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