La Ciudad de Ceuta ha mantenido este sábado un encuentro con los vecinos afectados por el grave incendio desatado en el ‘edificio de colores’, ubicado en el número 36 de la calle Real en la tarde de ayer, y que, hasta el momento, ha obligado a la intervención de 44 efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) y el empleo de más de 150.000 litros de agua.
En nombre de la Ciudad, el presidente Juan Vivas ha transmitido su solidaridad y la intención de colaborar en todo lo posible ante una situación “dolorosa y complicada”. Al mismo tiempo, Vivas ha querido reconocer la entereza de los afectados, así como trasladar su agradecimiento a un servicio, el de bomberos, “que es de todos” y que, una vez más, ha demostrado un comportamiento “admirable”.
Vivas valora los gestos de solidaridad y el trabajo de Bomberos
De la misma manera, el jefe del Ejecutivo, acompañado por su jefa de Gabinete y los consejeros, ha valorado los gestos de solidaridad que se han sucedido a raíz de este suceso, entre ellos, el de la aportación de la Cofradía de Pescadores trasladando miles de kilos de hielo para que los componentes del SEIS pudieran refrescarse durante las complejas labores de extinción del incendio.
Además del jefe accidental del SEIS, en la reunión, celebrada en el Salón de Plenos del Palacio de la Asamblea, también han participado técnicos de la Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos.
Unos hechos que han conmocionado a Ceuta
Los bomberos han estado toda la noche en el lugar refrescando la zona y vigilando ante el riesgo de que el fuego se pudiera reavivar.
Durante toda la noche ha habido pequeños focos que los profesionales del SEIS tuvieron que sofocar. El humo era insoportable y fueron muchas las familias que tuvieron que irse del lugar ante la imposibilidad de seguir durmiendo en sus casas.
De hecho, los efectivos del SEIS han tenido que intervenir dos veces durante la madrugada de este sábado para apagar pequeños focos, además de otro a las 8.30 horas cuando ha entrado el relevo del turno. Por ello, las dotaciones se van a mantener ahí por si se reavivara alguna llama. De hecho siguen refrescando la zona con agua ante las miradas de los curiosos que pasan delante del edificio.