El presidente del Partido Popular de Ceuta, Juan Vivas, no ha ocultado que la campaña para las elecciones del 28 de abril se presenta como la más difícil de los últimos años. La emergencia de nuevas fuerzas políticas y la división de la derecha ha suscitado la tensión en el seno del partido. Sin embargo, lejos de acongojarse, Vivas ha remarcado que estos nuevos muros los afrontan “motivados” y “entusiasmados” al presentar al PP como la única alternativa viable frente a Vox y a las nuevas alianzas que, en su opinión, se han producido en Ceuta. En este punto señalaba a Caballas como la “segunda marca” de los socialistas “que se están dedicando a hacerle el trabajo sucio, el cual consiste en fomentar el odio de la comunidad musulmana hacia el Partido Popular”, apostilló. No ha sido el único ataque hacia los de Ali, a los que ha imputado de provocar y manipular a los musulmanes con un claro objetivo: “Nos quieren fuera, pero no de la política de Ceuta, nos quieren fuera de Ceuta”, aseguraba con rotundidad Vivas, a la vez que sostenía que su partido no va a utilizar “los miedos y los prejuicios religiosos para hacer provecho electoral. Nosotros no tenemos como enemigo a ninguna religión, nuestros enemigos son los que quieren destruir a España”. Las declaraciones del presidente del partido se produjeron en el seno de su sede donde el líder popular y los candidatos al Congreso y al Senado mantuvieron un encuentro con los apoderados e interventores que se encontrarán en los colegios electorales el próximo día 28. De ellos, destacó Vivas, su lealtad y, sobre todo, que configuran la base del partido. “Sois un pilar fundamental e imprescindible que sustenta la cohesión y la fortaleza del Partido Popular”. Y en Ainara arrancaba el líder popular el primer acto oficioso pero marcadamente electoralista al referirse a los próximos comicios como decisivos y determinantes. Palabras respaldas y reiteradas por el candidato a la Cámara Baja, Guillermo Martínez, que presentaba al Partido Popular como la única alternativa viable a Pedro Sánchez “y su pacto con los podemitas, batasunos e independentistas”. “Hay mucho en juego”, expresaba Martínez, y alentaban entre los suyos a utilizar el voto popular para no “reeditar la versión actual del Gobierno”, que presentaba en contra de los intereses de Ceuta. “Nuestra ciudad no es una prioridad para este Ejecutivo”, acotaba Vivas, que nuevamente recurría al discurso de la inmigración para poner de manifiesto la marginalidad que sufre la ciudad respecto a las políticas de Madrid. “Es un hecho incontestable el aumento de la presión migratoria de marroquíes y argelinos adultos y menores que tiene sus consecuencias en la inseguridad que se vive en las instalaciones portuarias, un hecho que nadie cuestiona y, sin embargo, las decisiones se aplazan”, expresaba. Medidas que, a su juicio, deben traducirse en un aumento de las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil. “Para que nuestros agentes pueden desarrollar su trabajo con una menor presión”. Esta, como otros asuntos en materia de Economía o Educación, forman parte de la lista de prioridades que, según Vivas, su líder nacional, Pablo Casado, contempla para Ceuta.