El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha dejado visto para sentencia el juicio seguido contra 16 personas acusadas de traficar con inmigrantes, que fueron detenidas en un operativo llevado a cabo por la UCRIF de la Policía Nacional en distintos puntos de la ciudad. Fiscalía ha retirado la acusación respecto de uno de los acusados y mantiene la petición de penas de prisión para el resto. En este punto hay que diferenciar dos bloques importantes, ya que por un lado 14 de esos acusados se conforman con las penas solicitadas por el Ministerio Público, de entre 2 y 4 años tras reconocer el delito, mientras que por otro queda un único acusado que insiste ante la Sala en que es inocente y que nada tiene que ver con este asunto delictivo, manejado por dos clanes familiares que se dedicaban a sacar inmigrantes por mar contando con la colaboración de un sicario que está en busca y captura.
La Fiscalía considera que los hechos han quedado suficientemente acreditados, haciendo hincapié en que todos los acusados menos uno han reconocido no solo los hechos sino que además han implicado a quien se declara ajeno a todo. El acusado que no asume su implicación, que ha repetido hasta la saciedad que es inocente, se llama Sufian pero se ha confesado como víctima de una confusión, ya que insiste que el Sufian que realmente debería estar sentado en el banquillo es su primo, con quien comparte no solo nombre sino apellidos, aunque con distinto orden. “No he participado en estos hechos, no sé qué hago aquí, soy inocente”, ha insistido.
A pesar de su declaración, Fiscalía mantiene su acusación porque no se cree esa exculpación que aparece ahora “por sorpresa” en esta segunda sesión del juicio oral. Ha tildado a ese primo de “imaginario”. “Aquí solo hay un Sufian, no hay margen de error”, ha insistido en su informe el Ministerio Público, que ha insistido ante la Sala que después de pasar meses en prisión y de no haber comunicado en ningún momento la existencia de ese primo, lo saque a colación ahora en el acto de juicio oral. “Es un intento burdo de buscar una justificación”, ha matizado. Pone además de pruebas las testificales de la Policía Nacional y una transcripción de las escuchas que se hicieron en el que se cita a Sufian.
La defensa del único que no se declara culpable
El abogado de este acusado le ha replicado que no por “mucho repetir hacemos verdad lo que no es” y ha insistido en que su cliente es inocente, sin relación alguna con los dos clanes familiares que captaban a inmigrantes en Marruecos, los ocultaban en viviendas patera de Ceuta y los sacaban vía marítima, usando a un patrón que además los amenazaba si estas personas pedían la devolución del dinero entregado.
El letrado ha advertido que los testigos protegidos no hablan en sus declaraciones de ningún Sufian, cliente al que solo se le involucra en este caso porque estaba en la vivienda del Príncipe que fue registrada por la UCRIF. “Se encontraba allí por accidente”, ha indicado, indicando que ni se hablaba con el hermano acusado de liderar uno de los clanes de tráfico de personas. La Defensa ha hablado de “interés espurio” detrás de las acusaciones de los demás acusados contra su cliente, al haber existido una oferta de reducción de penas y se ha dirigido a la Sala para presentar a su patrocinado como un caso a tener en cuenta, puesto que con una petición inicial de 10 años de prisión, se le rebajó a 2 años y 8 meses y a pesar de ello sigue sosteniendo que es inocente. “Es la primera vez que lo veo”, ha confesado, “que un culpable” adopte esta postura. “Realmente es inocente y asume el riesgo de ser condenado a una pena gravísima. Esa es la mejor prueba de su inocencia”, ha insistido.
Los testigos protegidos y sus manifestaciones
En la sesión celebrada este jueves se ha podido escuchar las declaraciones de los testigos protegidos, marroquíes que en su día eran menores y que formaron parte de las expediciones organizadas por las redes. Ellos declararon ante la Policía, dando pie a la investigación. Hoy han mantenido sus declaraciones, verificando que fueron captados para salir de Ceuta abonando entre 2.000 y 3.000 euros. Una de estas personas ha sido más clara al dar nombres de los acusados y verificar cómo los identificó en la Jefatura Superior y cómo emprendieron ruta en embarcación terminando todos en el mar.
Los abogados de los acusados, a excepción del letrado que defiende los intereses de quien no asume el delito, han aceptado las penas propuestas por la Fiscalía que van, según los casos, desde los 4 años a los dos. Se han levantado las medidas cautelares que prevalecían.
