Parecía que las “epidemias”, eran situaciones de siglos pasados, en la que los pueblos sufrían grandes desolaciones de enfermos y muertos, sin tener los medios suficientes para atacar las epidemias, al no poseer los medios que la humanidad y su progreso en la medicina han alcanzado actualmente.
Sin embargo, en esta “pandemia”, del “coronavirus” que estamos padeciendo, está ocurriendo como en el pasado; no encontramos por el momento la vacuna que nos pueda curar. No voy a entrar en cifras, que cada día nos informan los medios de comunicación.
Pero sí, me voy a referir a dos grandes “epidemias” en la que Ceuta no fue ajena a ellas en el año 1.651 y 1.743 que sufrió en pasados siglos. Y como no, la población encontró el consuelo y la protección en Santa María de África.
Las más cercanas que padeció Andalucía entre los años 1649 y 1.652 que según un librito editado en diciembre de 1.649 impreso en Écija por Juan Malpartida de las Alas, en el que se narra lo sucedido ese mismo año en la ciudad de Sevilla, y referente a la mayor “epidemia de peste” que vivió la ciudad de Sevilla, que según estimaciones posteriores, murió un 46% de la población.
Importante la “epidemia que asolaba Barcelona en 1.651 por la “peste”, no obstante, Yersín descubrió en 1.894 el bacilo causante de las “pestes” desde 1.348.(Mediovalís). Su penetración en el organismo humano se produce a través de la piel (por la picadura de las pulgas infectadas).
Pero lo que nos trae hasta aquí, es la también la temida “peste” en 1.651 y posteriormente en 1.743 que asolaban toda España.
Lo cierto es que el pueblo de Ceuta estaba aterrorizado por la extensión que la “peste” estaba teniendo por toda España, y que se encomendó a la protección de la VIRGEN DE ÁFRICA. Recuperamos datos importantes aportados por el añorado Padre Alejandro Sevilla y D. José Luís Gómez Barceló, en la que expresan con acierto lo ocurrido en aquellas fechas.
Desde que llegó a Ceuta, Santa María de África, (1.418) enviada por el Infante D. Enrique, la Imagen se vio siempre envuelta entre la devoción espontánea de los fieles y el agradecimiento por los múltiples favores y milagros que ilustran su historia.
El primero de los milagros que registra la historia local, se refiere a la “epidemia de peste levantina” que diezmaba ciudades y pueblos en el citado año.
El primer dato fiable desde el punto de vista histórico, nos sitúa como hemos expresado en 1.651. Fue en este año, cuando a ruegos y súplicas de la vecina ciudad de Gibraltar salió procesionalmente la Virgen de África
En su recorrido efectuó una prolongada parada en el Mirador de San Sebastián (actualmente Plaza de la Constitución) con el único fin de aparecer patente a la vista de dicha ciudad que, angustiada por la epidemia, se debatía en la mayor desgracia El piadoso acontecimiento dio origen a la tradicional Salve que cada año se canta ante la bendita Imagen el día 5 de Agosto en el mismo lugar mirando a la península
El valiosísimo dato se nos ha transmitido por medio de un Acta capitular del año 1.679, es decir sólo a 28 años de distancia, lo que le confiere una destacada fiabilidad histórica, y que por su importancia haremos algunas transcripciones:
Hoy miércoles 8 días del mes de Febrero del año de 1.679, juntos en Cabildo a ora de Nona presidiendo en él el Sr. Deán D. Manuel Vais Serrado, presentes los demás señores Dignidades y Canónigos al margen citados, propuso el Sr. Deá que en tiempos pasados – sede vacante – en ocasión de epidemia general que por entonces se veía España afligida, los “ vecinos de la Ciudad de Gibraltar habían implorado el auxilio de la Virgen Santa María de África y pedido juntamente la sacasen patente a vista de dicha Ciudad, con viva fe de que haciéndose esta función cesaría el contagio, como sucedió, con que esta Ciudad agradecida desde grande beneficio prometió e hizo voto solemne de celebrarle todos los años fiesta divina a esta Señora, la cual se ha celebrado todos los años y así más prometió dicha ciudad de ayunar a la víspera de dicha festividad, la cual se celebra el día 9 de Febrero; y que pues todo lo referido se ejecutaba con particular devoción experimentándose cada día innumerables milagros de la Poderosa mano de Dios por la intercesión de esta divina Señora.
Del documento se desprenden interesantes noticias de las que, para nuestro propósito, es fundamental la constancia de la “procesión” con la Imagen de la Santísima Virgen de África en el año 1.651.
La Virgen de África consumó el milagro.
La epidemia según el Acta, no llegó a Gibraltar.
La epidemia en Ceuta fue nula, como así lo atestigua y demuestran los libros de los Hospitales, de la Santa y Real Casa de la Misericordia, y los de Defunciones de la entonces parroquia única del Sagrario de Nuestra Señora de África
Y la confirmación de que la Virgen de África, salió en “procesión”
Ante ello la reacción del entonces Gobernador de la Ciudad, al ver la situación de la “epidemia”, D. Juan Suárez de Alarcón y Melo (Marqués de Trocifal) y primer Conde de Torres Vedras, Mayordomo de la Reina y miembro del Consejo de S. M.), fue la de elegir por “PATRONA DE LA CIUDAD A SANTA MARÍA DE ÁFRICA”, “Votando” guardarle fiesta cada 9 de Febrero, lo que aún se hace, principalmente tras su ratificación en 1.743.
A comienzos de 1.743, en el mes de Febrero, se generaliza la “epidemia de peste bubónica”, que ya, a fines del año anterior, andaba amenazando nuestros contornos.
En la península se puso en funcionamiento la “Junta Suprema de Sanidad” no solo disiente o consiente sobre las medidas adoptadas por las demás Juntas Provinciales y locales, sino que dicta medidas y pautas generales a seguir por todos los establecimientos, fijándose en la experiencia acumulada en otros parajes de Europa, especialmente en Italia y Francia, así, para construir un “lazareto” (recinto sanitario que se dedica a la observación y tratamiento de desinfección de personas que pueden ser portadoras de una enfermedad contagiosa), en Cádiz y preservar España de la “peste” extendida a Tremecen, Ceuta y otros puertos del Norte de África, durante 1.742 – 1.743.
La ocasión fue similar en muchos detalles al temor generalizado en 1.651: la Sede Episcopal permanecía vacante, y el Gobernador tenía fama de hombre devoto y atento a Santa María de África. Por tanto no fue extraño que se buscase el documento del “Voto” realizado cerca de un siglo antes por el Conde de Torres Vedrás y se repitiese el juramento a la Virgen.
El lunes 8 de Julio del año 1.743, estando el Cabildo Catedralicio reunido en sesión ordinaria, los señores Juan de Taboada y Luís Mendoza solicitaron intervenir en la misma a fin de hacer en nombre de la Ciudad una proposición.
El Cabildo les dio licencia y mandó en estricto cumplimiento del protocolo, que dos canónigos, el Sr. Guevara y el Sr. Alejandro Correa de Afranca, salieran a recibir a los diputados en la llamada puerta de San Pedro, acompañándolos a la Sala Capitular.
“Allí expusieron que la “Ciudad” había determinado sacar en procesión a la Santísima Virgen de África, por las muchas muertes que en aquellos días estaban acaeciendo y ver si con las súplicas a la Madre, su Divina Majestad se asediaba de este pueblo.”
El Cabildo oyó atentamente el relato y sin decidir en aquel mismo momento, se les respondió en la persona de su presidente D. Thomás Juan de Acosta, que en el Cabildo se daba por enterado, pero, que de acuerdo con sus estatutos, la comisión debía deliberar.
No hubo la menor oposición. Todos los canónigos por unanimidad accedieron gustosos a la súplica del Ayuntamiento determinando: “que, al tercer día de tomado el acuerdo, saliera la Virgen Santísima de África en solemne Procesión por las calles de Ceuta”
El motivo decisivo – y casi único- por lo que la Virgen Santísima de África salió en procesión por las angostas y serpenteantes calles de Ceuta, fue, sin duda, el implorar de tan celestial Señora el divino auxilio para que remediase la “epidemia de peste Bubónica”, que diezma la población. Así el 1º de Julio de 1.743 el Gobernador D. Pedro de Vargas y Maldonado renueva el “Voto” a la Virgen, poniendo simbólicamente en sus manos el Gobierno de la Plaza con la entrega del “Bastón de Mando”, el ”Aleo” cuya ceremonia se celebra en cada toma de posesión de los Comandantes Generales desde hace más de dos siglos.
Durante la epidemia sufrieron en gran medida los templos, que hicieron de hospitales, lazaretos. Etc. Además, se quemaron numerosos ornamentos litúrgicos y de culto para purificarlos, por lo que el Rey Felipe V hubo de consignar fondos suficientes para su reparto y sustitución.
Con su salida durante la epidemia de Peste Bubónica se nos describe ya la Virgen tal y como aparece en los cuadros más conocidos: con manto, vestido y bastón de mando o ”Aleo”, aparte de un pañuelo en su mano.
Nuevamente nos encontramos ante una nueva epidemia (Coronavirus), en nuestra Ciudad, y que España lo está sufriendo y en particular Ceuta con unas cifras de infectados y fallecidos, que ya Vds. conocen y por consiguiente la situación es máxima y preocupante para todo el país. Ahora me hago una idea lo que han pasado nuestros compatriotas en siglos anteriores, con las numerosas epidemias que asolaron nuestro país.
Y los ceutíes, como antaño, nos mostramos en pedir la “protección” de nuestra Patrona Santa María de África, para que este “virus”, tenga la menor incidencia posible en nuestra ciudad y que hacemos extensiva a toda España.
Como no puede ser de otra manera, la Vicaría General de Ceuta ha pedido implorar a la Santísima Virgen de África, su “protección” contra el coronavirus “recordando la especial intercesión de Nuestra Santísima Madre en la contención de la “peste” en el siglo XVII, realizándose incluso una oración especial con motivo del COVID 19, dirigida a la Patrona y Alcaldesa Perpetua de la Ciudad.
También la Vicaría General de Ceuta. En un comunicado, el Obispado señala que en Ceuta se ha pedido a los sacerdotes, miembros de comunidades religiosa y todos los fieles, que eleven una especial oración de intercesión a Nuestra Madre y Patrona, La Virgen de África, firme defensora ante las epidemias, para pedir por el fin de esta enfermedad y rogar por quienes las sufren o trabajan para su curación.
Por eso recordando la especial intercesión de Nuestra Santísima Madre en la contención de la parte el siglo XVII, la Vicaría General, ha propuesto estas dos oraciones: Para incluir en oración a los fieles. En esta especial circunstancia que atraviesa nuestro mundo, oremos por todos los enfermos, los profesionales sanitarios y todos aquellos que tienen responsabilidades; para que el Señor les otorgue fortaleza, consuelo y sabiduría para afrontar estos momentos y para lograr la cura de esta enfermedad. Roguemos al Señor y, directamente a la “Virgen de África”, Santa María, Madre de África, protege con tu manto a todos tus hijos en estos momentos de incertidumbre y dolor. Que tu mirada protectora ante las epidemias de vuelva siempre hacia todos tus hijos repartidos por el mundo. Que nuestra oración reconforte a quienes están sufriendo, nuestra caridad esté siempre dispuesta a la ayuda y nuestra esperanza descanse en Dios, nuestro Señor. Amén.
Y no puede pasar por alto, el homenaje que todos los españoles diariamente le mostramos a todo el personal sanitario, a las fuerzas de seguridad del Estado: Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica, Policía locales y como no, a nuestras Fuerzas Armadas. Y aquellas entidades privadas que están colaborando (hospitales, hoteles, industrias y pequeños empresarios) que lo están dando todo y por ello, tenemos una deuda muy grande de gratitud con todos ellos - as.
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