De Villa Sanjurjo a los combates del Sáhara

En un gesto que le honra, el teniente Barbadillo observó, en el casino militar, cómo el escolta del comandante Ufkir lanzaba el cuadro del anterior Jefe de Estado al suelo. El teniente Barbadillo, con total serenidad, lo recogió del suelo, lo puso bajo su brazo, y con la mirada desafiante hacia Ufkir, abandonó el casino, mientras Ufkir y su escolta bajaron la cabeza y abandonaron el mismo también.

El gesto de un buen soldado

José Barbadillo Nocea ingresó en la Academia General Militar en la XI Promoción y, tras recibir despacho de teniente el 15 de diciembre de 1956, pasó la mayor parte de su vida en la legión, integrado en la II Bandera del I Tercio Gran Capitán en Melilla.

Tiempo después se incorpora al IV tercio Alejandro Farnesio, en Villa Cisneros, para, posteriormente, ser nombrado delegado gubernativo en la Güera, donde transcurrieron 13 años en el Sáhara.

Según su viuda, Celia Palma, fueron en aquellos territorios los años más maravillosos de su vida, por la tranquilidad y la convivencia respetuosa de los nativos saharauis.

Rememorando el incidente citado anteriormente con el comandante Ufkir, el Teniente Barbadillo, tras llegar al acuartelamiento, pensó en vestirse de uniforme, coger su arma reglamentaria, e ir al encuentro del Comandante Ufkir, pero sus compañeros le convencieron para que desistiera, pues esto podría provocar un incidente diplomático de altura.

Lo que sí es cierto, es que el entonces teniente Barbadillo recibió múltiples felicitaciones por gallarda actitud, pues el plantarle cara al comandante Ufkir y su séquito en el casino, no supuso algún problema.

El carácter prepotente del Comandante Ufkir no era el primer incidente que provocaba con las fuerzas españolas. Cuando se procedió a la entrega de Villa Bens (hoy Tarfaya), con una columna de 1000 soldados, dicho comandante intentó atravesar suelo español, pero la valiente maniobra de otro teniente de la Legión Álvaro Ballarín García, hizo desistir a Ufkir y tuvo que retirarse de suelo español.

En la agrupación B Hagunia

Para dar fin a las operaciones del Sahara y limpieza de las banderas rebeldes del ejercito de liberación, en febrero de 1958, la capitanía general de Canarias elaboró el documento TMA (tierra, mar y aire), y para el desarrollo de dicha operación se le denominó “Teide” para España, y “Ecovullon” (Escoba) para Francia.

Con anterioridad desde el aeródromo de Taumia (Melilla), despegaron en varios aviones la I y II bandera del I Tercio de la Legión en varios aviones del ejército del aire y la compañía Aviaco.

Desde Villa Bens para las operaciones la Hagunia, la agrupación B al mando del Coronel Campos de Retana estaba compuesta por las II y III bandera del tercio Gran Capitán de Melilla, los batallones de Infantería Guadalajara 20 y San Fernando II, ambos de Valencia y Alicante respectivamente, un grupo de Caballería “Pavia” mecanizado, una batería de Artillería del Regimiento 19 con piezas 105/26, una sección de morteros 81 mm del San Fernando II y destacamentos de Sanidad, Transmisiones, Automóviles y Zapadores.

El Teniente Barbadillo Nocea estaba al mando de la Sección 8ª compañía de la II Bandera del I Tercio y puede decirse que, desde el 10 de noviembre de 1957, la actividad de dicha sección fue incesante, con tan solo una baja en las múltiples refriegas bajo fuego enemigo, capturando prisioneros, así como incautándose armamento y diverso material.

En la toma de La Hagunia el 18 de Febrero de 1958, junto con otras fuerzas y una compañía del Escuadrón paracaidista del Ejército del Aire, tomaron dicho enclave sin apenas bajas.

Del heroísmo y sacrificio de todas las fuerzas, en especial de la II Bandera de la Legión así lo reconoció el Coronel Campos, “… habéis cumplido vuestra misión impecablemente y con entera satisfacción habéis cumplido también con el credo legionario, transportando el cadáver de un compañero durante dos días a hombros, habéis marchado descalzos y sedientos hasta caer reventados, y quiero hacer constar mi satisfacción y orgullo de mandaros…”.