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Los vecinos se sienten en un limbo porque, aseguran, nadie les atiende o solo hacen “chapuzas”
El vecindario del número 4 de la calle González de la Vega, en estado de deterioro, tendrá que dirigir sus reclamaciones a la Consejería de Fomento ya que el edificio regreso de las manos de Emvicesa a las de la Ciudad Autónoma después de anularse su enajenación en 2012. Desde la empresa municipal informaron de que el inmueble le fue encomendado para proceder a su venta, pero, finalmente, nunca llegó a adjudicarse.
El traspaso de la propiedad, programado de forma conjunta con la promoción de las 45 viviendas protegidas en Serrano Orive, no llegó a efectuarse hace cinco años y volvió al Gobierno autonómico. La razón estribó en que los vecinos de las 45 entendían “no tener salvaguardados sus derechos a seguir disfrutando de sus alquileres en caso de que pasara a manos de un nuevo titular, mediante la enajenación prevista”.
Los vecinos de González de la Vega 4 se sienten en el limbo porque, aseguran, nadie atiende sus solicitudes de reparación y, cuando alguna institución lo hace, solo acomete “chapuzas”. La última molestia, derivada de su mal estado, cobra forma de cucarachas y ratas que se cuelan dentro de las casas y cuyo origen, a su juicio, está en la obras que se ejecutan en los bajos.
Calderón de la Barca 15
Por otra parte, Emvicesa ha estudiado jurídicamente si puede intervenir en el caso de una familia a punto de ser desahuciada de una de las 19 VPO de Calderón de la Barca 15. Sin embargo, la empresa municipal está atada de pies y manos para mediar entre los inquilinos y el actual arrendador puesto que perderán su casa por motivo de impago del alquiler.
Este edificio de Villajovita se vendió a Viviendas Bien Construidas SL que, como actual ‘casero’, tiene que mantener las rentas de alquiler que establecen los contratos de la Ciudad, señalaron desde Emvicesa, salvo la actualización por IPC. Cuando pasen los años fijados en la calificación del inmueble como vivienda protegida, los pisos, en primer lugar, tendrán que ofertarse a los inquilinos por si estuviesen interesados en su adquisición.