Más de 200 marroquíes han pasado de vivir en las calles a hacerlo en polideportivos de Ceuta. Más de 200 marroquíes adultos y menores que han cambiado las escolleras por un pabellón cerrado. Entre ellos, también, los transfronterizos que quedaron bloqueados en Ceuta. Comida, control sanitario y policial tienen que funcionar a la perfección para hacer que este modo de vida funcione, que no haya incidencias y que no se produzcan altercados.
La situación es complicada para todos, pero la única manera de luchar contra la pandemia, de frenar el coronavirus, es buscar lugares en donde garantizar el confinamiento de las personas. Han sido días agotadores, días de búsqueda de inmigrantes por todos los rincones. Aunque también ha habido espacio para aquellos que se han entregado, que han acudido por su propia cuenta al pabellón Santa Amelia o al de La Libertad.
Se garantiza la asistencia pero se buscan actividades que hagan ese aislamiento algo más llevadero. Es como lo que pasa en las casas de cualquier familia caballa… pero a lo grande. Intentando controlar a todos, analizando actividades para pasar las 24 horas, poniendo orden y estableciendo turnos evitando además las posibles fugas al exterior.
Y así habrá que estar hasta mediados de abril… de momento. Si no existe otra prórroga, los pabellones deportivos pasarán a ser albergues sociales para inmigrantes marroquíes y transfronterizos, que deben ser atendidos con la amplia mayoría de los recursos sociales llegados a Ceuta.
Marruecos se ha desentendido de la atención a sus propios compatriotas, cuya intención era volver a casa, cruzar la frontera. Hay casos que podrían tildarse de pintorescos, ya que un grupo reducido de transfronterizos ha conseguido fugarse a nado a su país. Pero ese resquicio conforma la anécdota de lo imposible de alcanzar. De momento los polideportivos seguirán siendo el albergue para todos ellos, seguirán siendo su protección inmediata, su lugar donde permanecer.
No creo que esta gente quiere quedarse en esa situación ,todos hubietan preferido estar en sus casas con sus familias pero han tenido la mala suerte de quedar atrapados alli lo mismo hubiera ocurrido a cualquieta de nosotros .Y los comentarios de algunos racistas y xénofobos no valen en los momentos actuales.
Habria que llegar a un acuerdo con marruecos,cambiarles los 200 por 200 caravanas de franchutes y cabezas cuadradas,los pitatas no que casi estan fuera de juego de la ue.
La congregación del santo reproche al completo la tenemos de huésped forzoso, ellos a que los mantengamos los nasranis que nos sobran los recursos-sobretodo hospitalarios-las ganas de hacer el idiota tragandonos a esta gente que se ha quedado aquí de forma deliberada y a los que calzamos, vestimos, alimentamos, les damos cama y hasta les financiamos los garros que se fuman. Normal que se quieran quedar, saben que el permiso de residencia está al caer. Ya está bien de abusos y chantaje de este personal. Pan, agua y garbanzo y encerrados a cal y canto por quedarse a sabiendas de lo que había.
Porque estas personas juegan y se divierten y estas todas juntas y no pasa nada, como cualesquier casa caballa?
Iros a la Mier.....