Rayhan Buxta ha tenido hoy en Ceuta la mejor de las sorpresas. Sus compañeros del Unión África Ceutí le han dedicado la victoria y le han hecho entrega de un balón firmado por todos ellos como señal de ánimo para su pronta recuperación.
Este niño de 13 años tuvo que ser operado de urgencias después de un diagnóstico fallido en el hospital. Lo que en principio era una gastroenteritis terminó siendo una apendicitis.
Su familia lo denunció como ejemplo de lo que nunca debería haber sucedido en la asistencia pública recibida.
Recuperación poco a poco
Hoy, semanas después de aquello, el pequeño se recupera y recibe una inyección moral de apoyo tremenda de sus compañeros.
Su padre ha querido agradecer públicamente el gesto de este equipo de la categoría infantil donde milita Rayhan “por el apoyo y estar desde el minuto uno pendiente de mi hijo que tuvo que operarse de urgencia después que se le diagnosticó una apendicitis”, explica.
Agradece también al entrenador Hamido por “preocuparse por la evolución postoperatoria y estar en constante comunicación con nosotros interesándose por la salud de nuestro hijo”.
Respaldo de sus compañeros
También a sus compañeros que “hoy, jugando contra el Polillas le dedicaron la victoria y le hicieron una entrega de balón firmado por todos sus compañeros. De verdad que gestos como estos son de agradecer públicamente”.
La experiencia vivida a mediados del mes de enero por esta familia fue trágica, ya que tras pasar cuatro horas en urgencias vomitando entre chanzas y reproches del personal de servicio en el hospital, volvió a casa con una supuesta gastroenteritis.
Al día siguiente, cuando tuvo que volver porque no mejoraba, se le identificó apendicitis y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de inmediato. El pequeño ha estado constantemente apoyado por sus compañeros y el entrenador que llamaba a diario interesándose por la salud del pequeño.