Si la veteranía es un grado, como reza el axioma popular, las tablas del Auditorio del Revellí́n vieron entonces anoche desfilar a auténticos catedráticos del arte, del humor y de la superación personal.
Ceutíes que en la mayoría de los casos han sobrepasado ya el listón de las seis décadas pero que se resisten a que eso de “tercera edad” o “jubilados” se convierta en sinónimo ineludible de “inactivos”. Nada de eso. La etapa que les reservaba la vida a esa edad puede transformarse en un alegre paseo en el que invertir todo el tiempo que la juventud y la madurez les obligó a dedicar a otros menesteres.
Por ejemplo, a lanzarse sin ningún tipo de complejo al escenario. Eso fue lo que hicieron todos los veteranos que dieron forma durante más de dos horas a una nueva edición de la ya tradicional ‘Escala en Hi-Fi’ interpretada por los integrantes del Centro Social del Mayor de Villajovita. Ante un auditorio en el que no faltaron el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y su esposa (así como las consejeras Bel, Deu y Mohamed, o el comandante general), los improvisados cantantes sacaron a relucir lo mejor de su ensayado repertorio en una noche que tenía por título El color de la Cruz Roja, al servir de homenaje a la institución benéfica en su 150 aniversario.
Guiados por Margot Ló́pez, directora del Centro Social del Mayor, el espectáculo estuvo presidido por el rojo de la oenegé. La música de todo tipo y el humor pusieron el resto en una velada que ya se ha tornado tradición ceutí.