Quédense con la frase. “El Príncipe Alfonso parece haberse convertido en el vertedero de Ceuta”. Que diga esto una asociación vecinal ya es para estar desesperados. Que hoy ese comentario quede recogido y olvidado en una crónica periodística que dura 24 horas supone un fracaso.
El Príncipe se ha convertido en la víctima del sistema. Por el barrio se han paseado presidentes del Gobierno, líderes europeos, delegados… Para el barrio se han prometido inversiones millonarias, dicen que se han gastado partidas cuantiosas… pero hay calles y rincones que ni siquiera presentan la mínima dignidad.
Algo falla en una balanza que no se sostiene, algo falla cuando los políticos cuentan por millones las inversiones, pero en la práctica sigue habiendo abundantes zonas de infravivienda y se permite que haya familias que vivan como no se debe.
Eso sin contar el descontrol causado por una administración que ha sido cómplice a la hora de permitir un caos en construcciones que se convierten en trabas para todos los residentes por las consecuencias de esa ilegalidad. Esas construcciones terminan alterando planos, urbanismo y generan inseguridad a quienes las ocupan. Salvo contadas excepciones nadie ha sido capaz de intervenir, y un ejemplo claro lo tenemos en el llamado rascacielos del Príncipe, la joya de la corona del fracaso de los recursos de una administración por hacer valer las normas urbanísticas más básicas.
Hay partidos que han hecho campaña encerrándose tres días enteros en el Príncipe. Lo hicieron porque sabían que ahí tenían parte del éxito, un buen tanto por ciento de cosecha de votos. Esos partidos luego hicieron bien poco por evitar que los vecinos nos regalen esta frase: “Parece que somos el vertedero de Ceuta”.
No sé si se hará algo para que el Príncipe sea un barrio normalizado, pero a la vista está que se lleva años escribiendo las mismas quejas, similares reivindicaciones y protestas sin que parezca que esto tenga otra alternativa y futuro más allá de seguir siendo ese vertedero que acompleja al vecindario.
Espero que los vecinos del príncipe se den cuenta que no existen para la administración y que por una puñeteras cez tengan orgullo, en las próximas elecciones municipales que NO VOTE ningún vecino a ningún partido, es la única forma de decir basta a esta discriminación ETERNA