La brutal agresión sufrida por Omar, a sus 17 años, en las inmediaciones de
la playa de La Ribera y la zona de Fuente Caballos no será olvidada tampoco para los responsables del chiringuito Sol y Pimienta. Sus trabajadores fueron los primeros en atenderle y los que rápidamente reaccionaron y llamaron al 112 para salvar la vida a este menor en Ceuta. Se encontraban ya en labores de
limpieza, después de servir en el turno de noche y reponiendo todos los productos para estar preparados para el día siguiente cuando ocurrió todo. Ana Martín, propietaria del chiringuito, ha explicado a El Faro que “cuando lo vi aparecer, me quedé en shock”, en referencia a la víctima. “Venía en muy mal estado y no paraba de sangrar. En un primer instante no supe reaccionar, pero rápidamente le dije que se sentara, tenía miedo a que se desmayara. Lo primero que hicimos fue llamar al 112”. En ese momento, el joven herido a pesar de que intentaban hablar con él, no podía “decir nada coherente”
debido a los múltiples golpes que se le apreciaban a simple vista. “La cara era lo que peor tenía, pero más nos quedamos asustados cuando se levantó la camiseta y le vimos el navajazo. Seguimos insistiendo a la ambulancia, porque tardó mucho en venir. Los primeros en llegar fueron los policías”. Esta situación fue muy desagradable para todos los empleados del chiringuito, aunque Martínez tiene claro que fue una pieza importante para “salvarle la vida”. Omar ya está en casa y su padre, Rafael Muñoz, aclara que está de alta hospitalaria, no de alta médica, de manera que se mantiene en observación. El adolescente ceutí está desde la noche del martes en casa de su abuela materna y permanecerá allí junto con sus padres hasta que todos puedan regresar a Valencia.
La situación de la víctima, delicada
A pesar de haber salido del hospital, Rafael contó que tuvo que llevar a Omar nuevamente a ser atendido este miércoles porque no se encontraba bien, recordando que aparte de la herida abdominal, a su hijo le faltan tres piezas dentales y temen que haya algún otro tipo de daño maxilofacial. A Omar le cuesta mucho ponerse de pie y andar, dice su padre. La herida del abdomen le imposibilita moverse con normalidad, pero Rafael aseguró que lo que más le preocupa a su hijo en estos momentos es verse la boca, “es lo que más rabia le da” porque hace poco le habían retirado la ortodoncia. En casa evitan hablar de lo que le ocurrió para no afectarle más. Rafael señaló que están tratando de hacer todo lo posible por regresar a Valencia pronto, por ello están resolviendo los trámites que deben hacer en la Jefatura Superior; asimismo, tienen pensado contratar a un abogado en Ceuta para que se encargue de hacer las gestiones que queden pendientes, para ellos poder marcharse cuanto antes.